Veredicto científico: El "terremoto para niños" es una pésima idea

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Autor: Cooperativa.cl

La popularidad del famoso trago dieciochero llevó a la creación de un sucedáneo sin alcohol para menores.

Su alto nivel de azúcar hace que no tenga nada de recomendable, advierten los expertos.

 Agencia UNO

Las Fiestas Patrias son la época de mayor consumo del "terremoto", que mezcla pipeño, granadina, helado de piña y otros alcoholes.

Una encuesta publicada hace pocos días por la empresa Adimark señaló que el 70 por ciento de los chilenos considera que el "terremoto" es el trago que mejor identifica a los habitantes del país.

Desde hace varios años que esta bebida viene ganando terreno con fuerza y, especialmente durante las Fiestas Patrias, se convierte en protagonista de los festejos.

Tanto es así que su auge ha llevado a crear una versión especial "para niños", donde a la preparación tradicional (pipeño, granadina, helado de piña y pisco, ron o fernet) se le ha quitado el alcohol para reemplazarlo por jugos o bebida, manteniendo el resto de los ingredientes.

"Si ya el consumo de terremoto es negativo para los mayores de edad, en los niños y adolescentes es simplemente una bomba de azúcar", alertó Francisca López, del Departamento de Nutrición y Salud de la fundación Integra.

Nada bueno

La experta explicó que el alto contenido de azúcar del "terremoto sin alcohol" aumenta la probabilidad de tener sobrepeso u obesidad, eleva la concentración de glucosa en la sangre y, con el tiempo, puede provocar alteraciones metabólicas como la falta de respuesta insulínica del cuerpo, que es la principal causa de la resistencia a la insulina y diabetes mellitus tipo 2.

El excesivo consumo de azúcar también favorece la erosión del esmalte dental y la posterior aparición de caries, amén de provocar adicción.

"El consumo de azúcar genera rápidamente un círculo vicioso: mientras más tomamos, aumenta el deseo por volver a consumir. Además, el consumo de azúcares genera que el 'hambre' del niño sea cada vez más pronto", indica.

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El "terremoto para niños" reemplaza el vino por bebida, una solución que, para la nutricionista Francisca López,  representa "una bomba de azúcar". (Foto: Agencia UNO)

 

La nutricionista también apuntó al alto contenido de cafeína en las bebidas, principalmente las de tipo cola, que provoca efectos sobre "el estado de alerta" y es "causa de nerviosismo, irritabilidad, insomnio y taquicardia", causando "dolores de cabeza, cansancio y dificultad para dormir" en los infantes.

Finalmente, el contenido de varios de los aditivos utilizados para dar el color característico a las bebidas gaseosas causa diversas alteraciones, como alergias e hiperactividad, debido a que son liberadores de histaminas, cuyos síntomas más comunes son el asma, rinitis y urticaria.

"Los padres deberían cambiar sus hábitos"

¿Alternativas? "Es importante destacar los beneficios del agua: es el único liquido totalmente neutro, que no altera la acidez bucal ni gástrica, no contiene aditivos que facilitan la desmineralización del hueso, no estimula formación de grasa ni promueve el aumento de peso corporal", dice Francisca López.

El agua también "ayuda a mantener los riñones sanos y, lo más importante, nos mantiene hidratados y saludables", explicó la profesional, que también recomendó a los padres el consumo de jugos de frutas naturales sin azúcar añadida.

"Los niños no necesitan las bebida azucaradas en el cuerpo, son hábitos que los padres deberían cambiar por el bien de sus hijos", sentenció.