Director: "El abrazo de la serpiente" tocó la fibra de un agotamiento con la vida moderna
El director Ciro Guerra conversó con Cooperativa sobre su alabada película.
El filme debuta en la cartelera nacional este jueves 22 de septiembre.
En plena "Fiebre del Caucho", a principios del siglo XX, el territorio colombiano fue azotado por cientos de extranjeros que llegaron para quedarse con algo de las ganancias que ofrecían por el preciado material, que se obtenía de árboles repartidos en la zona amazónica. El hombre moderno no tuvo pudor a la hora de engañar a comunidades indígenas para adentrarse en sus territorios e, incluso, esclavizar a algunos de ellos, imponiendo un violento yugo que fue diezmando a la población originaria.
Es en este contexto que se inserta la película "El Abrazo de la Serpiente", con la historia de "Karamakate", un chamán amazónico y último sobreviviente de su pueblo, quien vive en aislamiento voluntario en lo más profundo de la selva. La vida de este indígena dará un vuelco cuando su rutina se vea interrumpida por el científico alemán "Theodor Koch-Grunberg", quien busca la yakruna, una poderosa planta oculta en la Amazonía, capaz de enseñar a soñar. 40 años más tarde, "Karamakate" vivirá una búsqueda similar al encontrarse con "Richard Evans Schultes", un etnobotánico americano con las mismas intenciones de su par europeo.
"El abrazo de la serpiente" es una historia muy simple, pero no por eso menos interesante o compleja en los rincones de sus diálogos, emanados de lenguas como cubeo, uitoto, tikuna y el guanano, además del portugués, alemán, el latín, catalán, inglés, español. Es esta mezcla de idiomas, la evidencia máxima del momento de sincretismo cultural que muestra la película. Un punto histórico, a menos de un siglo, en que indígenas se enfrentan a colonizadores y no necesariamente con armas en mano, sino que con ideas y creencias desde la cosmogonía y la ciencia.
La película fue reconocida con el Premio Art Cinema en Cannes 2015, también ganó premios en San Sebastián, Mar del Plata, Sundance y Róterdam. Además, este año estuvo nominada al Oscar como Mejor Película Extranjera y fue la Mejor Película del Sanfic 2016.
Ahora tiene agendado su debut comercial en Chile para este jueves 22 de septiembre y su director, Ciro Guerra, conversó con Cooperativa sobre las diversas temáticas que quiso abordar en el filme, su impacto en la actualidad y el exitoso recorrido que nunca pensó que iban a hacer.
- ¿Emprendiste una misión de rescate con "El abrazo de la Serpiente"?
No, era solamente un intento de construir un puente entre el espectador de hoy y las culturas tradicionales que se mantienen muy desconocidas. Unas voces que todavía no hemos escuchado, pero que aún tienen algo para decir y que nos interpelan.
- Todos los países latinoamericanos han tenido sus procesos de colonización y sus puntos de no retorno en cuando a la pérdida de etnias y tradiciones ¿Es la llamada 'Fiebre del Caucho' un punto de no retorno para el pueblo colombiano en esos términos?
Realmente ha sido un paso más. Es más profundo, el caucho sólo fue el elemento temporal de ese tiempo. Es una serie de elementos, primero fue la quina, el caucho, luego fue la coca para el narcotráfico. Hoy en día es la minería. Siempre hay microcosmos de lo que ha sido la relación del hombre moderno con el territorio amazónico. Esa relación de extraer, extraer y extraer, sin pensar más allá.
- ¿Ese es el principal artífice de la erradicación de las poblaciones indígenas, del Amazonas y quizás del continente Latinoamericano: la falta de raciocinio a la hora de llegar a una nueva tierra?
Latinoamérica siempre ha sido vista como un proveedor de recursos naturales, de materias primas en bruto, que luego se nos venden de nuevo con el valor agregado que se les pone en otras partes del mundo. Entonces, sí, Latinoamérica es un continente que ha sufrido mucho por esa relación extractivista que se ha establecido durante siglos con el resto del mundo. Siento que Latinoamérica es un continente que es más que materias primas.
Hambre espiritual
- A pesar de estar ambientada en épocas pasadas, ¿crees que el conflicto transversal de "El abrazo de la serpiente", entre pueblos indígenas y el hombre de las urbes, sigue latente o es una lucha que ya está perdida?
Es una relación muy compleja y la película así ha terminado inscrita dentro de ella. Vivimos en un momento del mundo en que el conocimiento tradicional, que ha sido durante tanto tiempo ignorado, desdeñado y subestimado, importa más que nunca. Vivimos en un momento donde existe un hambre espiritual, un agotamiento con la vida moderna. Esa es la fibra que ha tocado la película. Eso la ha llevado a que se identifique con espectadores de lugares muy diversos, lejanos. Y a pesar de todo lo que ha ocurrido todavía existe la posibilidad de dialogar y de caminar conjuntamente.
- ¿Crees que la preocupación por la protección de las etnias originarias es una tarea que ha quedado en el olvido para Colombia frente a otros temas sociales y políticos, como el combate al narcotráfico y las guerrillas?
Colombia ha sido de alguna manera un país pionero en la protección de los derechos de las comunidades indígenas. Se creó en los años ochentas una ley de resguardo muy importante, que le dio a las comunidades la propiedad sobre la tierra en la que viven. Gran parte de la Amazonía es tierra de resguardo y los únicos que tienen propiedad y derecho sobre ellas son las comunidades indígenas que las habitan. En ese sentido, Colombia ha dado unos pasos muy importantes. Hoy estamos con el problema de que en muchas de las zonas de resguardo se han encontrado valores mineros y compañías mineras internacionales han tratado de engañar a las comunidades para que les den propiedad sobre esos derechos mineros. Ese conflicto sigue latente, pero a pesar de lo que ha ocurrido en el pasado, de que el Estado colombiano en la época del caucho apoyó a los caucheros fuertemente, siento que es un país que ha dado pasos en esos sentidos. Pero no es una lucha que esté perdida. Es algo que está vigente.
"No son dogmas"
- ¿Contar esta historia en colores habría cambiado el sentido de lo que querías transmitir?
Sí, sería una película completamente diferente. Te transmitiría otras sensaciones. Pero tampoco sería una representación más fiel de nada, porque realmente no es posible representar el color de la amazonía en el cine. Por lo menos de esta manera tienes la posibilidad de activar tu imaginación. La Amazonía que se ve en la película yo no pretendo que sea la Amazonía real. Es una imaginada que tú, como espectador, completas con tu propia mirada, que seguramente va a ser más real que la que podríamos filmar.
- En último tiempo, el doblaje o que las películas estén habladas en su propio idioma se ha vuelto un factor decisivo a la hora de convocar audiencias, ¿era crucial para ti contar esta historia en un dialecto que requiera de subtítulos en la mayoría de los pasajes de la película, a pesar de que esto pueda alejar al público masivo?
Cuando iniciamos el proyecto de la película, realmente nunca pensamos que podía llegar a un público masivo. Era una película en blanco y negro, en idioma amazónico. Sin embargo, ya ha sido exhibida comercialmente en más de 40 países. Ha sido un éxito de taquilla. En Colombia pasó los más de 450 mil espectadores. Ha funcionado a nivel comercial. Una de las máximas del cine siempre ha sido que nadie sabe nada. Nadie sabe cuáles van a ser los factores del éxito o el fracaso de algo. Para mí, a la hora de hacer películas, los aspectos comerciales, no tienen una preponderancia. Lo importante es hacer la mejor película que uno pueda para entregársela al público. A partir de ahí, cada película encuentra su camino. En el caso de "El abrazo de la serpiente" ha sido muy exitoso y también comercial. Eso demuestra que esas ideas de que el público quiere tal o cual cosa realmente no son dogmas.
Espectro limitado
- El panorama cinematográfico latinoamericano es complejo, siempre necesita de apoyos gubernamentales y múltiples fondos para subsistir ¿El ganar premios y lograr reconocimientos facilita el camino del cineasta de este lado del continente?
Sin duda. Es gracias a ese circuito de apoyo y de difusión del otro cine, es que podemos pensar en hacer otro tipo de cine en Latinoamérica. Si dejamos todo en manos de las cuestiones comerciales nuestro cine se reduciría a un espectro muy limitado. Lo importante es que haya todo tipo de cine para todo tipo de público. No todos somos iguales, no todos tenemos los mismos gustos. Los apoyos gubernamentales, los festivales y eventos que lo difunden son piezas fundamentales que permitan que estas obras se conozcan y existan.
- Recientemente, "El abrazo de la serpiente" se quedó con el premio a la Mejor Película en el Festival de Cine de Santiago, Sanfic, ¿Cuál fue tu reacción al saber de este reconocimiento?
El Sanfic ha sido un festival que ha presentado todas mis películas en las competencias y siempre hemos ganado premios. Es un festival que ha sido muy cercano para mí. Estuve ahí con la película anterior, con la que obtuve el premio a Mejor Director, y agradezco muchísimo la oportunidad que se nos ha dado en Chile. Fue una gran y grata sorpresa cuando supe que la película había ganado, porque vi que había una competencia de títulos muy destacados, es un gran honor.