Cajero quemado en Hualpén declaró en nueva jornada del juicio

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Autor: Cooperativa.cl

Pablo Ramírez Arias dijo que quien habría cometido el delito no fue Ignacio Montecinos, único imputado, sino su hermano fallecido.

Hoy se realiza la tercera jornada del juicio que se prolongará por tres semanas.

 Agencia UNO

La mañana de este martes, Pablo Ramírez Ariasel cajero del Servipag quemado en 2015 en Hualpén, declaró en la tercera jornada del juicio contra Ignacio Montecinos Pinto, único imputado con vida del emblemático caso.

En el Tribunal Oral en lo Penal de Concepción, a partir de las 8:30 de la mañana, y tapado con un biombo para no ser grabado por las cámaras, la víctima dio a conocer que quien habría cometido el acto no fue Ignacio Montecinos, sino que su hermano Jorge Montecinos Pinto, fallecido en una riña en la cárcel de Chillán, en julio pasado, mientras cumplía su medida cautelar por este hecho.

En su relato, Ramírez recordó que el incidente ocurrió cuando guardaba dinero en la gaveta, "inmediatamente estas dos personas que estaban frente a mío y me introduce una manguera por la ranura de la ventadilla y sin decir absolutamente nada me rocía combustible".

"Quedé completamente rociado con este combustible, sentí mucho miedo. Muy fuerte e intimidante me dice 'abre la puerta conchetumadre (sic)'. Él portaba un encendedor y me amenazaba en todo momento con encenderlo y ahí me enciende fuego, me prende fuego", añadió. 

Ignacio Montecinos, quien afronta el juicio oral, era menor de edad cuando fue detenido con su hermano mayor, por lo que se le juzgará bajo la Ley de Responsabilidad Adolescente.

El abogado de la víctima, Renato Fuentealba, dijo estar confiando de que más personas puedan identificar al imputado, pues "tuvo un tiempo para poder ver quiénes eran las personas que se encontraban afuera de la caseta de Servipag y pudo identificarlos correctamente".

"Don Pablo Ramírez no es la única persona que pudo identificar a los imputados, motivo por el cual durante el desarrollo del juicio esperamos que pueda ser reconocidos por otro de los testigos", indicó.

El tamaño de las orejas, el color de piel, el corte de pelo, y una serie de minuciosos rasgos se le consultaron a Pablo Ramírez, y todo lo respondió con firmeza, lo que para el fiscal Julián Muñoz, el testimonio se convierte en irrefutable.

"El reconocimiento que hizo la persona del acusado fue absolutamente claro, categórico, sin ningún motivo que pudiera ensombrecer o generar algún atisbo siquiera de la menor duda y creemos que eso determinó a que los colegas defensores en definitiva hicieran un contraexamen bastante breve, porque ya a esa altura no había nada más que preguntarle", aseveró el persecutor.

Defensor acusa prueba "altamente cuestionable"

Para Gonzalo Benavente, defensor penal público del acusado, luego de escuchar al afectado, la prueba resulta ser "altamente cuestionable".

"Es una prueba altamente cuestionable por el alto margen de error que posee, es precisamente el proporcionar la mayor cantidad de datos que se tiene respecto a una persona que se va a reconocer, y a nuestro entender, los datos proporcionados fueron bastante generales y poco precisos y en esas condiciones se realizó el reconocimiento", indicó el abogado.

Según los antecedentes del caso, el imputado compró una botella de medio litro de bencina en un servicentro cercano al lugar de los hechos, por lo que los representantes de Ramírez pretenden acusarlo de ser el autor material del delito.

Los abogados del cajero solicita 10 años de cárcel con régimen cerrado, la mayor pena que contempla la ley en estos casos, y una indemnización de 90 millones de pesos.

La Fiscalía dijo que hablaría una vez que termine esta tercera jornada del juicio comenzado el jueves pasado y que se prolongará por tres semanas.