Minsal y polémica por vacuna contra el Papiloma: "No hay controversia científica"
Jefe del programa de Inmunización culpó a "informaciones incorrectas en las redes sociales" que generan "desconfianza".
"Hay 66 países del mundo que utilizan estas vacunas en sus programas nacionales", remarcó Fernando Muñoz.
"La vacuna es muy importante y también su efectividad está probada", aseguró Fernando Muñoz.
El jefe del programa de Inmunización del Ministerio de Salud, Fernando Muñoz, respondió a la polémica por la decisión de la Corte de Apelaciones de Talca que emitió una orden de no innovar y paralizó la vacunación contra el virus del papiloma humano en 15 casos, asegurando que "esto no es una controversia científica".
En conversación con Una Nueva Mañana, Muñoz aseveró que "el mundo científico está bastante de acuerdo (...) y han apoyado el hecho de que la seguridad de la vacuna es muy importante y que también su efectividad está probada".
"Esto no es una controversia científica, hay 66 países del mundo que utilizan estas vacunas en sus programas nacionales, hay otros países que utilizan la otra vacuna existente en el mercado, que también tiene las mismas características en términos de seguridad y efectividad para el caso del cáncer cérvico-uterino", detalló.
La autoridad precisó que "no hay una controversia científica, lo que hay es desconfianza porque hay informaciones incorrectas en las redes sociales y nosotros estamos disponibles para aclarar cualquiera de las dudas".
"Cuando se habla de efectividad de una vacuna como el VPH, que es para una enfermedad que se va a evidenciar mucho después, obviamente que uno no puede esperar 20 ó 30 años para poner la vacuna y en 20 ó 30 años más decir 'resulta que era buena' y en los 20 años estuvimos con la evidencia de que iba a ser buena", remarcó.
"Todos los efectos potencialmente producidos por una vacuna son notificados a un sistema de vigilancia que estudia todos esos efectos del país. No hay ningún informe de causalidad, juicio efectuado por expertos independientes, que efectivamente diga que la vacuna ha sido causa de esa denuncia", concluyó.
En tanto, la ministra de Salud, Carmen Castillo, explicó que "también hay recursos en Arica, en Iquique, en Concepción, en Chillán, en Valparaíso, por lo tanto, llama la atención esto de judicializar un tema que para nosotros es muy importante".
"La vacuna que se coloca es segura, que nosotros incorporamos al programa nacional de inmunización por el hecho de que sabemos que previene en 15, 20, 30 años más el cáncer cérvico-uterino en las niñitas que se vacunan con dos dosis", añadió la secretaria de Estado.
El caso de Japón
En la conversación con Cooperativa, Muñoz fue confrontado con Lorena Bustamante, presidenta de la ONG Red Infancia Chile "No al Gardasil", quien invitó al representante del Minsal a "hablar con respecto a lo que pasó en Japón en 2013 y que luego el mismo Gobierno de Japón proporcionara a 176 niñas el tratamiento de los efectos adversos".
"Aquí en Chile se ha dicho que no hay en ninguna parte niñas con efectos adversos. Japón proporciona dinero a las familias y reconocen los efectos adversos, no los niega y no termina con la vacuna, sino que la deja de recomendar", detalló.
Ante este cuestionamiento, Muñoz respondió que "lo que ocurre en Japón es que a partir de lo que en investigación se denomina una serie de casos, esto es denuncias de personas que alegan un supuesto efecto adverso, que fue muy difundido en la prensa, como ha ocurrido en otros países, el Gobierno japonés decidió, antes de hacer ninguna afirmación sobre el que esta vacuna pudiera ser la causa de todos estos efectos, no recomendarla como parte de sus programas".
"Lamentablemente las niñas japonesas no se están beneficiando de la vacuna gratuitamente y eso ha sido muy cuestionado por la Organización Mundial de la Salud y por muchos países y la propia sociedad científica japonesa, que reclama al Gobierno no estar entregando esta vacuna en forma gratuita", precisó.
El virus del papiloma humano es la principal causa de cáncer de cuello uterino, que a su vez es la segunda causa de muertes por cáncer en mujeres en Chile.