Nicolás Córdova: Debemos abrirnos a otra manera de ver el fútbol en Chile
El entrenador de Palestino aseguró que en el país no se cree en los "procesos".
Habló sobre su presente en el elenco árabe y su futuro.
El entrenador de Palestino, Nicolás Córdova, aseguró que Chile debe abrirse a ver el fútbol de otra manera y que ya no se cree en los "procesos" que pueden iniciar los directores técnicos en los clubes.
En declaraciones con El Mercurio, Córdova dijo que "con Guede no somos amigos, pero tenemos una relación de respeto. Los técnicos podemos hablar con nuestros colegas de fútbol. Lo hice con Pablo, también con Mario Salas y antes con José Luis Sierra. Debemos abrirnos a otra manera de ver el fútbol en Chile".
"Debemos valorar al técnico independiente de su nacionalidad. Acá hay entrenadores extranjeros de nivel. Creo que el punto es otro. No creemos en el proceso, nos convertimos en una sociedad donde el que pierde no sirve. Nos quedamos con el titular que vende, no analizamos nada", añadió.
En cuanto a su futuro en el elenco árabe, dijo que tiene contrato "hasta el 31 de diciembre y estaré aquí al máximo. Pero es cierto que la vida del entrenador, por buenos o malos resultados, es corta, salvo que seas Arsene Wenger o Alex Ferguson. Mi norte es darle todo lo que pueda a este club, tanto en la Sudamericana como en el torneo nacional".
Sobre el planteamiento de los tetracolores, apuntó que "no es de atacar ni defender mucho. El juego da momentos, que te los dicta la expresión corporal del rival, su intensidad. Nosotros tenemos que enseñarle al jugador cuál es la mejor decisión a tomar".
"A San Lorenzo vamos a darle pelea (en la Sudamericana). En el torneo local debemos remontar, nos hemos quedado cortos", complementó.
Respecto a su relación con su padre, Marco Cornez, apuntó que "Marco es mi padre biológico. Mi relación con él me la guardo, no la comento. Con sus hijos, que son mis hermanos, hay una hermosa relación. Incluso tenemos una empresa juntos. Hay cosas que uno no sabe cuando nace, pero ellos no tuvieron la culpa de nada".
"Con 37 años, hay cosas que no vale la pena retomar. Menos públicamente. Tuve la fortuna de vivir cosas tan lindas en mi vida que ahora solo quiero mirar hacia adelante y tratar de ser lo que todos los seres humanos pretenden en su vida: ser feliz", sentenció.