La muerte del "zapping": Cómo la televisión se está ajustando a los nuevos tiempos
Las plataformas de internet han modificado la forma en que los usuarios demandan contenidos.
Las compañías televisivas comenzaron a encontrar el valor en los nichos.
El gesto de tomar el control a distancia del televisor y revisar canal por canal la oferta de contenidos ha pasado a la historia. En pocos años, las nuevas tecnologías lo han borrado de un plumazo, convirtiendo al telespectador en un ente activo, que busca contenidos especializados y a la carta en internet, o entre parrillas de programación sin fin.
Es un hecho, la televisión ha cambiado. Youtube, webs piratas de videos en streaming o plataformas como Netflix se han abierto camino satisfaciendo a un público que estaba ahí y que hace tiempo dejó de interesarse por los canales tradicionales de televisión.
Muestra del cambio, es la presencia este año del presidente de Sony Corporation, Kazuo Hirai, en el MIPCOM de Cannes, el mayor mercado de contenido televisivo del mundo, cuya edición arrancó este lunes bajo un título significativo: "La Nueva Televisión".
En el Gran Auditorio de la ciudad costera francesa, Jérôme Delhaye, jefe de la División de Entretenimiento de la empresa que organiza el MIPCOM, Reed Miden, presentó a Hirai como "un ejecutivo que lo ha hecho todo en una compañía que lo hace todo".
No hay prácticamente nada que Sony no haya hecho en la industria del entretenimiento, desde formatos televisivos hasta videojuegos, pasando por películas, series y música, y todo mientras crea nuevas tecnologías para poner su contenido al alcance del gran público.
Así, Hirai pareció una de las personas más idóneas para hablar de la delgada línea que separa ahora lo digital de lo tradicional en el mundo audiovisual.
"La gente quiere ver un determinado contenido, en un determinado momento y en un determinado lugar. Y está dispuesto a pagar por ello", dijo Hirai a la audiencia.
Los televidentes ya no esperan a ver qué ponen en la televisión, ni tampoco a que empiece el programa que quieren ver; lo buscan, lo demandan, y con mayor frecuencia están dispuestos a pagar por ello, propiciando así un abanico de ofertas cada vez más especializadas, a menudo financiadas por sus suscriptores y no por la publicidad.
El valor de los nichos
Las ramificaciones de la demanda audiovisual son tales que ya no solo atañen al contenido, sino también al soporte y, en respuesta, el sector empieza a generar formatos concebidos expresamente para móviles o tablets.
En su coloquio, el fundador de la creadora de contenidos Propagate, Howards T. Owens, se refirió más gráficamente a la especialización del sector cuando mencionó que en Silicon Valley se suele decir que "los más ricos están en los nichos", en referencia a los nichos de mercado.
Influenciadores que recomiendan películas en sus blogs pero que no pueden colgarlas por falta de derechos, o anónimos convertidos en "youtubers" de la noche a la mañana que no saben cómo explotar su éxito, son el objetivo de algunas de las nuevas plataformas.
Así, en vez de encargar nuevos programas, muchas de esas plataformas sirven como trampolín de una oferta ya existente, pero precaria, que se especializó antes de romper el cascarón.
Sin límites establecidos
La nueva televisión no solo ha acabado con el "zapping" tal y como lo conocíamos hasta ahora, también con el concepto del tiempo. Un formato ya no tiene que durar exactamente 23 minutos, porque ya no hay una parrilla de programas en la que tenga que encajar.
Fuera de los límites temporales, la televisión a la carta ofrece infinitas posibilidades y ahora un mismo programa puede durar 35 minutos un día, y 49 al día siguiente.
Para Owens, el fin del cronómetro se traduce en una multiplicación de posibilidades creativas que abre la puerta a su vez a satisfacer nuevas demandas.
Mientras la televisión tradicional se ha visto sobrepasada por su tiempo, otros como Owens admiten que las nuevas tecnologías permiten conocer mejor al consumidor.
La era del "lo quiero y lo quiero ahora" sacude a unos e iza a otros.