Pamela Jiles: "Amigos queridos, yo fui prostituta"

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Autor: Cooperativa.cl

La periodista contó su experiencia como infiltrada para "Informe Especial".

Además, describió lo más difícil de dedicarse a ese trabajo.

 Chilevisión

La conversación en "La mañana de Chilevisión" tenía relación con el gusto de Rafael Garay por los locales nocturnos, cuando en medio de todo Pamela Jiles decidió soltar la bomba: "fui prostituta", dijo para pasar a detallar una serie de aspectos en torno al trabajo y su vinculación con investigaciones policiales.

"Yo les puedo contar el otro lado de la película", comenzó Jiles. "Porque les quiero decir que, amigos queridos, yo fui prostituta. Fui para Informe Especial prostituta. Estuve infiltrada a lo largo de todo el país, en distintos prostíbulos. Durante tres meses y medio hicimos ese trabajo de infiltración".

"Efectivamente, el Inspector (Vallejo) tiene razón en que hay determinadas chicas de la noche que trabajan para investigaciones, que son informantes", resaltó.

Junto a ello aclaró que "trabajé esos tres meses y medio en prostíbulos, no en locales como el Passapoga, donde puede haber chicas de la noche eventualmente, pero que venden otra cosa, que es el baile".

Fue así que la conversación se adentró, en pleno matinal, en los detalles de la prostitución y sus fórmulas para operar.

Desde su experiencia, Jiles contó que "lo más difícil es el trabajo inicial de una prostituta, que es el sacar tragos, es el primer eslabón de la prostitución. A ti te ponen una pulsera por trago que le sacas al cliente".

"Y lo primero que yo descubrí en ese trabajo es lo difícil que es ser prostituta y copetinera. Sacarle un trago al cliente no es tan sencillo como se imaginan. De hecho, yo terminaba la noche con dos pulseritas y mis compañeras tenían 15, 20, hasta 25", lamentó.

Aunque ante todo, Pamela Jiles aseguró que siempre estuvo resguardada por sus compañeros en "Informe Especial".

"La verdad es que estaba sumamente protegida por un equipo de producción que iba conmigo. Pero además, y sobre todo por las mismas prostitutas. Ellas sabían exactamente lo que yo estaba haciendo, entonces se las arreglaban para que yo pudiera participar, hacer mi trabajo, que era infiltrarme. Yo les daba mucha pena porque me costaba mucho sacarle un trago a un cliente", finalizó.