Lula y Rousseff no acudieron a las urnas de las elecciones municipales tras debacle del PT
Los ex presidentes de Brasil no votaron en la segunda vuelta electoral en su respectivas ciudades, Sao Bernardo do Campo y Porto Alegre.
Los candidatos del Partido de los Trabajadores, respaldados por los ex mandatarios, quedaron fuera en primera vuelta el pasado 2 de octubre.
En primera vuelta, el PT cosechó sus peores resultados en 20 años, por los escándalos de corrupción, la destitución de Rousseff y la fragilidad de la economía.
Los ex presidentes brasileños Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff no acudieron este domingo a las urnas en la segunda vuelta de las elecciones municipales tras la debacle del Partido de los Trabajadores (PT) en su respectivas ciudades, Sao Bernardo do Campo y Porto Alegre.
Los candidatos del PT en sendas ciudades, respaldados públicamente por los ex mandatarios, quedaron fuera de la disputa electoral en la primera vuelta de los comicios, que tuvo lugar el pasado 2 de octubre.
La derrota del PT en Sao Bernardo, municipio del cinturón industrial de Sao Paulo, supuso un duro revés debido a que la localidad no solo es la ciudad en que el partido fue fundado, sino que además es el fortín electoral y la residencia de Lula.
En Porto Alegre, capital del estado de Río Grande do Sul donde vive Rousseff, los candidatos que se disputan la alcaldía (Sebastião Melo, del PMDB, y Nelson Marchezan Júnior, del PSDB) son de partidos que respaldaron el proceso que destituyó a Rousseff.
Pese al trasfondo político, fuentes del instituto Lula atribuyeron la ausencia del ex mandatario a su edad, ya que en Brasil tan sólo es obligatorio votar antes de los 70 años -y el ex presidente tiene 71-, mientras que Rousseff se encuentra en Belo Horizonte visitando a su madre.
El presidente Michel Temer tampoco acudió a las urnas, pero porque su ciudad, Sao Paulo, escogió al alcalde en una inesperada primera vuelta: Joao Doria (PSDB), millonario empresario, que derrotó al actual alcalde y ex ministro Fernando Hadad, pupilo de Lula.
La derrota en Sao Paulo reflejó el descalabro vivido por el PT, que cosechó sus peores resultados en los últimos 20 años, salpicado por los escándalos de corrupción, la destitución de Rousseff y la fragilidad de la economía brasileña.