Netanyahu propuso acercarse al mundo árabe para lograr paz con palestinos
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que en vez "de que los palestinos traigan la paz", "es el mundo árabe quien traerá a los palestinos" a negociarla.
Afirmó que un "Israel fuerte" es la clave para asegurar el futuro de una región "en donde los débiles no sobreviven".
Se refirió al asentamiento de Amona, en la Cisjordania ocupada, cuyos residentes afrontan el desahucio luego de que el Tribunal Supremo dictaminara que ha sido construido en tierra privada palestina.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, apostó este lunes por estrechar lazos con el mundo árabe para acercar a los palestinos a la mesa de negociaciones.
Durante su intervención en el pleno que abrió el nuevo periodo de sesiones del Kneset, el parlamento israelí, Netanyahu dijo que "quizá se ha invertido el sentido del camino hacia la paz".
Ahora, "en lugar de que los palestinos traigan la paz junto al mundo árabe, es el mundo árabe el que traerá a los palestinos" a la negociación por la paz, dijo el mandatario, quien recalcó que "trabajamos en esto de manera realista, equilibrada y responsable", según recogió el diario israelí Haaretz.
En su discurso, afirmó que un "Israel fuerte" es la clave para asegurar el futuro de una región "en donde los débiles no sobreviven. Solo los fuertes sobreviven y prosperan. Con los fuertes forjas alianzas. Solo con los fuertes haces la paz".
Mientras un grupo de colonos judíos se concentraba afuera, Netanyahu abordó el tema del asentamiento de Amona, en la Cisjordania ocupada, y cuyos residentes afrontan el desahucio luego de que el Tribunal Supremo dictaminara que ha sido construido sobre tierra privada palestina y, por consiguiente, es ilegal también para Israel.
"Hemos pedido una prórroga sobre el asunto de Amona, que a mi juicio es importante", dijo el mandatario sobre la propuesta de aplazar el desahucio.
Netanyahu hizo alusión, también, a las elecciones presidenciales estadounidenses y dijo que tanto Donald Trump, como Hillary Clinton, lo invitaron a la Casa Blanca, asegurando que las relaciones con EE.UU. "son más fuertes que nunca. Y así se mantendrán".