Triunfo completo de los republicanos: Donald Trump aseguró el control del Congreso
El Partido Republicano logró mantener el control de la Cámara de Representantes y del Senado.
Un escenario de este tipo no se daba desde 1928, según medios locales.
Durante la campaña presidencial el magnate tuvo una relación tirante con los dirigentes y congresistas de su partido. Varios derechamente le quitaron el voto.
El sorpresivo triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos tuvo su correlato en el Congreso, donde el Partido Republicano logró mantener la mayoría tanto de la Cámara de Representantes como del Senado.
La Cámara Baja estadounidense renovaba en las elecciones del martes sus 435 escaños, de los cuales 247 irán para los conservadores y 188 para los demócratas (el partido de Hillary Clinton), según las proyecciones de los medios.
A esta hora de la madrugada ya se han confirmado 234 asientos para los republicanos y 178 para los demócratas, siendo necesarios 218 para alcanzar la mayoría.
En las elecciones también estaba en juego un tercio de los 100 senadores que componen la Cámara Alta, que se encontraba hasta ahora bajo control de la derecha, y donde los resultados ya aseguran la mayoría: 51 escaños.
Sin perjuicio de lo anterior hay que recordar que durante la campaña presidencial el magnate tuvo una relación tirante con los dirigentes, los congresistas y los otros precandidatos de su partido. Varios derechamente le quitaron el voto, aunque en los momentos en que todas las encuestas pronosticaban su derrota.
Antecedentes
Cuando el presidente saliente, Barack Obama, obtuvo su histórica victoria de 2008 su partido logró hacerse con el control del Poder Legislativo, lo que le permitió contar durante dos años con el favor del Capitolio para avanzar su agenda.
Sin embargo, los demócratas fueron perdiendo paulatinamente el Congreso, primero la Cámara de Representantes, en 2011, y luego el Senado, en 2015, donde actualmente tienen 46 senadores frente a 54 de los republicanos.
Medios estadounidenses destacan que un escenario del "gran partido viejo" controlando la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado no se daba desde 1928.