Reclusa denunció a prisión por negarle la posibilidad de practicar su culto satánico
Mónica Luján, que cumplió una condena de tres años, pidió sin éxito en varias ocasiones que le facilitaran "La Biblia Satánica".
Presentó una demanda porque le negaron el derecho de practicar sus creencias.
La mujer, que busca una indemnización por daños y perjuicios, acusó que fue humillada, insultada y le confiscaron sus bienes personales.
Una ex reclusa demandó al Servicio Carcelario para Mujeres de Nuevo México, en Estados Unidos, por violar su derecho constitucional de libertad religiosa por negarle la posibilidad de practicar el culto satánico mientras estaba en prisión.
Según registros de la corte, Mónica Luján, quien cumplió una condena de tres años por tráfico de drogas y falsificación en el centro correccional de mujeres en Grants, en Nuevo México, pidió sin éxito en varias ocasiones que le facilitaran "La Biblia Satánica".
Luján argumentó en la demanda, presentada el pasado 4 de noviembre en una corte del condado de Bernalillo, que le negaron el derecho de practicar sus creencias, incluyendo el uso de materiales religiosos, la asociación y participación en rituales con otros reclusos que compartían sus creencias.
La hispana, quien busca una indemnización por daños y perjuicios, asegura que la respuesta de las autoridades a sus peticiones fue que el Servicio Carcelario para Mujeres de Nuevo México (NMWCF) "prohíbe la práctica del satanismo".
Micah McCoy, director de comunicaciones de la Unión Americana de las Libertadas Civiles de Nuevo México (ACLU), que representa a Luján, dijo a EFE que NMWCF negó a la hispana uno de sus "derechos fundamentales, el acceso a su religión y a la asociación con personas que practican su creencia".
"Bajo la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, ella fue humillada por practicar una religión diferente", consideró.
La demandante alega que los demandados, entre los que se encuentra un capellán, tomaron represalias en su contra y fue humillada, insultada y le confiscaron sus bienes personales, por lo que la dejaron, durante cuatro meses, con solo una prenda de ropa interior.
Alex Sánchez, subsecretaria del centro penitenciario, dijo a medios locales que a los presos se les permite profesar su religión sin restricciones, siempre y cuando no atenten contra la integridad de los demás.
"Nosotros reconocemos varias religiones, eso incluye sus días festivos, objetos religiosos y la forma de practicar dicha religión", dijo Sánchez.