Acusaron a presidenta surcoreana de ser cómplice en caso de corrupción
La Fiscalía sostuvo que la mandataria está involucrada en un tráfico de influencia.
La Justicia no puede presentar cargos penales en su contra por la inmunidad que le otorga el cargo.
Aseguran que Park colaboró con su íntima amiga, Choi Soon-sil, y otros dos ex colaboradores en presionar a compañías locales para que donaran dinero.
La Fiscalía señaló a la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, como cómplice de un sonado caso de corrupción y tráfico de influencias que ha desatado una fuerte indignación en el país.
El anuncio de los fiscales, que no pueden presentar cargos penales contra la mandataria por la inmunidad que le otorga su cargo, se produce que mientras multitudinarias protestas piden desde hace semanas la dimisión de la presidenta, cuyo mandato de cinco años finaliza en febrero de 2018.
Tras una investigación preliminar, los fiscales encargados del caso aseguraron que Park colaboró con su íntima amiga, Choi Soon-sil, y otros dos excolaboradores en presionar a compañías locales para que donaran dinero.
"La presidenta jugó un papel colusorio en una parte considerable de las actividades criminales que involucraban a las (tres) personas", dijo Roh Seung-kwon, uno de los fiscales encargados del caso, según declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
La Fiscalía acusó formalmente a Choi Soon-sil, la amiga de la presidenta que se encuentra en prisión desde principios de mes, por abuso de autoridad, coerción e intento de fraude, entre otros delitos.
Choi Soon-sil, a pesar de no ostentar ningún cargo público, presuntamente modificó los discursos de Park, intervino de forma oculta en asuntos de Estado y captó fondos de forma ilícita utilizando su influencia.
Se cree que la sospechosa de 60 años llegó a presionar a más de 50 compañías para que donaran un total de 65,7 millones de dólares (44.593 millones de pesos) a dos fundaciones que supuestamente controlaba.
Entre las compañías afectadas se encuentran el fabricante de vehículos Hyundai Motor, el gigante de las telecomunicaciones KT o el productor de acero POSCO.
Choi además está acusada de intentar derivar dinero de una de estas organizaciones sin ánimo de lucro a una compañía controlada por ella.