La guerra sobre el musical "Hamilton" evidencia la división de la era Trump
Quien lidera el equipo de transición del magnate, Mike Pence, presenció el musical y se convirtió en protagonista involuntario.
"Hamilton" es un musical que cuenta la historia del nacimiento de Estados Unidos.
La guerra entre seguidores y detractores de Donald Trump por el mensaje político que dio el musical "Hamilton" a su vicepresidente evidencia la división entre blancos y no blancos que dejan estas elecciones en Estados Unidos.
Mike Pence, que lidera el equipo de transición del magnate, se escapó el viernes por la noche a Broadway para ver el aclamado musical y terminó convirtiéndose en protagonista involuntario.
Al terminar la función, el diverso elenco se dirigió a Pence en nombre de los millones de personas que temen la Presidencia de Trump y creen que el nuevo Gobierno solo trabajará para los hombres blancos que le dieron el poder.
"Nosotros, señor, nosotros somos el Estados Unidos diverso que está alarmado y nervioso por que su nuevo Gobierno no nos proteja, no proteja a nuestro planeta, a nuestros hijos, a nuestros padres, o no defienda y mantenga nuestros derechos inalienables", dijo desde el escenario el actor afroamericano Brandon Victor Dixon.
"Realmente esperamos que este espectáculo le haya inspirado a defender nuestros valores estadounidenses y a trabajar por todos nosotros", añadió, seguido de entusiasmados vítores y aplausos del público.
Estas palabras tienen especial simbolismo porque "Hamilton" es un musical que cuenta la historia del nacimiento de Estados Unidos dando énfasis a la idea de "país multicultural" y lo hace con actores blancos e hispanos en los papeles de Alexander Hamilton, George Washington y otros Padres fundadores de la nación.
El mensaje, grabado por los espectadores con sus teléfonos, comenzó a circular por las redes sociales enseguida hasta convertirse en el tema más comentado durante el fin de semana.
La división del país en la era Trump podía verse el sábado en dos etiquetas de Twitter: "boicot a Hamilton" y "nombra un musical de Pence".
Con el primero, los seguidores de Trump clamaban venganza boicoteando el musical; con el segundo, los detractores del presidente electo y su Gobierno satirizaban con el historial ultraconservador de Pence.
Títulos como "La pequeña tienda de la homofobia", "Orgullo blanco y prejuicio", "Seis grados de segregación", o "Compra tu píldora anticonceptiva mientras puedas" inundaron la red social.
Incluso varios famosos, como el actor Jeffrey Wright y la televisiva Jillian Michaels, se sumaron a la discusión para recordar a los seguidores de Trump que están pidiendo el boicot a un musical para el que es casi imposible conseguir entradas de todos modos.
Trump, lejos de calmar la tensión, alentó las críticas contra el musical en otra de sus nada presidenciales baterías de mensajes de Twitter a primera hora del sábado y del domingo.
Fiel al estilo incendiario de su campaña, el magnate pidió a los actores que se disculparan por "acosar" a Pence, los llamó groseros, dijo que están "altamente sobrevalorados" y condenó "su terrible comportamiento".
Las organizaciones defensoras de los derechos civiles, que están en estado de alerta desde la victoria de Trump, se pronunciaron enseguida para defender el respeto a la libertad de expresión recogido en la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense.
"Los estadounidenses no necesitan pedir perdón, ni siquiera a presidentes o vicepresidentes, por el apropiado y lícito ejercicio de sus derechos constitucionales", indicó en Twitter la American Civil Liberties Union.
"Esto no es acoso. La realidad es que los homosexuales, la gente de color, las mujeres y otros han enfrentado acoso desde las elecciones", apuntó también en la red social Sarah Kate Ellis, presidenta de la asociación Gay & Lesbian Alliance Against Defamation.
En el lado opuesto, los defensores de Trump cargaron contra la izquierda y contra su supuesto "odio" a los blancos.
"La arrogancia y hostilidad del elenco de Hamilton al vicepresidente electo (un invitado en el teatro) es un recordatorio de que la izquierda sigue luchando", dijo en Twitter Newt Gingrich, expresidente de la Cámara de Representantes y posible integrante del Gobierno Trump.
"El presidente Trump debería cortar toda la financiación para las artes a estos #antiblancos. ¡Qué irrespetuoso!", indicó en la red social el ex líder del Ku Klux Klan David Duke.
Pence, que se mantuvo en silencio hasta el domingo, exhibió un talante más conciliador que Trump y mostró haber entendido el mensaje del elenco de "Hamilton".
"Quiero tranquilizar a la gente, porque Donald Trump de verdad va a hacer lo que dijo en la noche electoral, se está preparando para ser el presidente de todos los estadounidenses", dijo en Fox.
Pero lo cierto es que Trump no ha enviado aún ninguna señal en ese sentido, sino al contrario: cuatro de los cinco primeros nombres de su Gobierno son "halcones" acusados de racismo e islamofobia y los cinco son hombres blancos.