La columna de Pelotazo: La clave del goleador
Tener un artillero no te asegura títulos, pero te permite pelear los campeonatos y muchas veces quedarte con ellos.
Con la negociación avanzada para que Nicolás Castillo deje Universidad Católica con destino a los Pumas de la UNAM, vale referirse a lo que ha sido su 2016.
Por los cruzados anotó 29 goles en 31 partidos. Ello le permitió ser el goleador del Clausura y del Apertura con lo que se transformó en el decimocuarto jugador que fue máximo artillero de dos o más torneos nacionales consecutivos. Entró a un sitial donde están, entre otros, Carlos Campos, Oscar Fabbiani, Carlos Caszely, Rubén Martínez, Patricio Galaz, Lucas Barrios y Esteban Paredes.
Fue el goleador de la franja este año y no sorprende. Lo que sí sorprende es que Álvaro Ramos hizo lo propio en 2014 con 9 goles y David Llanos en 2015 con 19. O sea, sumando a ambos, no se llega a las anotaciones del Nico. ¿El "Chanchito" hizo pocos o el Toro hizo muchos? Más lo primero que lo segundo.
Siempre depende de la comparación. Castillo en el párrafo anterior no tenía competencia. Subamos la vara. Si revisamos a los goleadores anuales de la UC desde 1990, el ex Brujas es quinto. Sólo lo superan Alberto Acosta en 1994 (41), Gerardo Reinoso en 1990 (34), Sebastián Rozental en 1996 (32) y David Bisconti en 1997 (30). Hablamos de “pesos pesados” y permite valorar aún más lo hecho por el seleccionado nacional.
A propósito de la Roja, Castillo tuvo un año especial. Anotó su primer gol por Chile (derrota 2-1 ante Jamaica en amistoso) y se consagró campeón de la Copa América Centenario. En aquella final ante Argentina tuvo su momento de fama. Él le pidió a Juan Antonio Pizzi lanzar un penal. Con ello dejó claro que personalidad no le falta y al menos yo siempre le agradeceré ese gesto. El tiro fue gol, y aunque no cuenta para la estadística, cuenta para los hinchas de la selección.
No es una ley, pero tener un goleador sirve y mucho. Sirve para ser campeón. Católica jugó cinco campeonatos y ganó tres con ayuda de los goles de Castillo. Da la casualidad que en Copa Sudamericana no marcó y quedaron eliminados en primera ronda con Real Potosí.
Desempolvando el archivo de los tres grandes de Chile, entiéndase Colo Colo, Universidad de Chile y los cruzados, suele ocurrir que esos equipos cuando tuvieron un goleador fueron campeones de algo.
El cacique en 1991 tenía a Rubén Martínez (26 goles) y ganó el torneo nacional y la Copa Libertadores. En 1996 y 1997 tenía a Ivo Basay (22 y 29 goles) y ganó el campeonato y el Clausura 97. En 2006 y 2007 estaba Humberto Suazo (47 y 23 tantos) y fueron tricampeones con él. En 2008 llegó Lucas Barrios (41) y pese a perder el pentacampeonato, ganaron el Clausura. Y en 2014 volvió Esteban Paredes y ganaron el Apertura 2014 y el Clausura 2015. Son 81 goles los anotados por el mundialista 2010 en tres años. Máquina.
Los azules lucharon 25 años para volver a ganar el torneo nacional. En 1994 apareció Marcelo Salas y un aporte de 27 goles para lograrlo (fueron 41 contando todo campeonato). Al año siguiente fueron bicampeones y el Matador colaboró con 17 (22 en total). Cuatro años después llegó otro "bi" y ahí los festejos los auspició Pedro González. Fueron 28 goles en 1999 y 26 el 2000. Sumando todo, en dos años anotó 60 goles el Heidi. En el 2004 estuvo Sergio Gioino (23 goles y ganaron el Apertura), en 2009 festejó Juan Manuel Olivera (26 y obtuvieron el Apertura) y en 2011 explotó Eduardo Vargas (29 y tres copas: Apertura, Clausura y Sudamericana). Otra máquina.
La franja aporta con dos ejemplos que "matan" la regla. Entre 1994 y 1995 Acosta marcó 68 goles y sólo se pudo ganar la Copa Interamericana y la Copa Chile. El torneo nacional fue esquivo. Y en 1996 Rozental anotó 32 goles y no pudo ganar títulos, aunque sí un contrato con Glasgow Rangers. Pero salió el sol para la UC. En 1997 Bisconti celebró 30 veces y con 16 de ellos cayó el Apertura. En 2002 Arturo Norambuena anotó 25 goles y 14 sirvieron para ganar el Apertura. En 2005 Jorge Quinteros festejó 20 dianas y obtuvieron el Clausura. En 2010 fueron campeones nacionales y Milovan Mirosevic fue el goleador del año con 24 tantos. Y ahora Castillo.
Ya saben dirigentes, por dónde va la mano.