Ingeniera lusa patenta envases biodegradables a partir de hongos
Son envases "totalmente biodegradables", según informa la Universidad de Trás-os-Montes.
El objetivo de su trabajo fue el de contribuir a la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Alexandra Rebelo, una joven ingeniera mecánica de la Universidad lusa de Trás-os-Montes, ha patentado un novedoso sistema para elaborar envases a partir de residuos forestales colonizados por hongos.
Son envases "totalmente biodegradables", según informa la Universidad, con sede en la ciudad portuguesa de Vila Real (norte).
El objetivo de su trabajo fue el de contribuir a la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera, ya que los envases tradicionales suelen construirse a base de materiales procedentes del petróleo, con compuestos químicos como la espuma de "poliestireno"
Durante la investigación, se probaron numerosas combinaciones de residuos forestales o agrícolas con diferentes hongos, con el fin de optimizar las características mecánicas del producto final.
La clave, según el estudio, estaba en la quitina de los hongos, que es lo que, a la postre, aportará la rigidez necesaria al envase para que, a su vez, proteja el producto que lleve en su interior.
De esta manera, a partir de residuos naturales y con la combinación de los hongos, -se han probado tres variedades de hongos-, se logró crear un envase muy resistente a los golpes.
La responsable de la investigación, junto con la Universidad de Trás-os-Montes, esperan que el nuevo producto patentado pueda ahora comercializarse, tanto en Portugal como en el resto del mundo.
Una de sus principales aplicaciones será la de macetero para el transporte de plantas de reforestación u ornamentales.
La iniciativa, que forma parte de la tesis doctoral de la ingeniera, ha sido coordinada por las docentes de la Universidad de Trás-os-Montes, Paula Luisa Braga y Guilhermina Marques.
Ambas destacaron que en este trabajo "se han aliado el uso de las nuevas tecnologías con materiales amigos del medioambiente".
En la última década, universidades de todo el mundo centran gran parte de su investigación en el desarrollo de compuestos biodegradables para la fabricación de todo tipo de utensilios que sustituyan a los polímeros obtenidos de los derivados del petróleo.
Estos polímeros tienen infinidad de usos, -para plásticos, ropa o envases-, pero el problema es que son bastante contaminantes.
En este caso, el objetivo era el desarrollo de un "polímero verde" que ya cuenta con el visto bueno de la empresa ValorFito (dedicada a la gestión de embalajes y residuos agrícolas).
Además, la iniciativa ha sido seleccionada para que sea subvencionada a través del programa portugués COHITEC, que apoya financieramente la transferencia al sector empresarial de productos creados a partir de las nuevas tecnologías .