Filmación de cinta de Alfonso Cuarón revive represión estudiantil en México
"Roma" narra un año en la vida de una familia de clase media en la Ciudad de México a principios de la década de 1970.
La manifestación pacífica de 1971 terminó en masacre por la irrupción del grupo paramilitar "Los Halcones".
Cientos de extras revivieron los acontecimientos de junio de 1971 en la Ciudad de México, cuando tuvo lugar la represión a estudiantes conocida como "Halconazo", durante la filmación de la película "Roma", del director Alfonso Cuarón.
Los actores simulaban participar en una manifestación estudiantil en la Calzada México-Tacuba, cerrada al tránsito y ambientada con automóviles y autobuses de aquella época.
Fue en ese sitio, en las inmediaciones de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, donde el 10 de junio de 1971 estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) salieron a las calles para exigir al entonces presidente Luis Echeverría (1970-1976) libertad política y la democratización de la enseñanza.
La manifestación pacífica terminó en masacre por la irrupción del grupo paramilitar "Los Halcones", que abrió fuego para reprimir a los estudiantes, lo que dejó cuando menos 22 muertos, numerosos desaparecidos y medio centenar de heridos.
Se considera a esa matanza uno de los episodios más violentos de la "guerra sucia" del Gobierno contra movimientos de oposición política y armada entre fines de los años sesenta y principios de los ochenta.
"Roma", que narra un año en la vida de una familia de clase media en la Ciudad de México a principios de la década de 1970, marca el regreso de Cuarón a la dirección fílmica en su propio país después de 16 años.
El regreso de Cuarón, ganador del Óscar al mejor director en 2014 por la cinta "Gravity", no ha estado exento de problemas. En noviembre del año pasado miembros del equipo de filmación denunciaron agresiones por parte de policías capitalinos en la colonia Tabacalera.
Explicaron que hicieron cortes viales con conos de señalización, para lo cual, dijeron, contaban con permiso de la Comisión Federal de Cinematografía.
Aseguraron que los agentes empezaron a retirar los conos y subirlos a un vehículo. Asimismo, afirmaron haber sido objeto de agresiones físicas y verbales e, incluso, que fueron despojados de objetos personales.
Una vez superado el incidente, la filmación se trasladó a otros puntos de la capital.