La pizza, la hamburguesa de pollo y los caprichos del entrenador
Claudio Ranieri invitaba a una pizza a los jugadores del Leicester si no recibían goles en contra, pero ahora tomó una medida contraria.
Varios entrenadores tiene sus particulares prohibiciones en el camarín y fuera de él.
Ranieri fue campeón con el Leicester el año pasado y ahora está cerca de los lugares del descenso.
Por Aldo Schiappacasse
Claudio Ranieri ganó un sorprendente título de la Premier el año pasado con una estrategia soberbia: cada vez que su equipo no recibiera goles en contra, los invitaba a una pizza. Así logró equilibrar a un equipo que terminó consagrando la mayor sorpresa futbolística del siglo.
Las pizzas de Ranieri conmocionaron a Leicester. Para la última fecha, casi sesenta mil personas se congregaron en la plaza para acompañar al equipo en la ceremonia que los llevaría al título.
Pero esta temporada las cosas han cambiado drásticamente para la escuadra. Están a punto de entrar en zona de descenso y en la Champions enfrentarán a otro equipo sensación: el Sevilla de Jorge Sampaoli.
Y es por eso que decidió tomar una medida extrema, pero contraria a la anterior: suprimió las hamburguesas de pollo que sus jugadores consumían después de los partidos. El mismo Sampaoli tenía una costumbre similar en la U. Antes de cada partido solicitaba pie de limón para todos.
En el Audax comen pizzas después de los partidos y Pablo Guede bañó su camarín de vinagre para revertir una racha de malos resultados. Lo increíble es que Mauricio Zarri, el entrenador del exitoso Nápoles que enfrentará al Real Madrid en Champions, le prohibe a sus jugadores degustar el manjar divino de los napolitanos.
Hay técnicos que tienen prohibiciones raras para sus dirigidos. Es común las restricciones al sexo y a las gasesosas, a la comida rápida y a las salidas nocturnas. Passarella no le permitía a sus jugadores usar el pelo largo y por eso Redondo no jugó en su selección.
Hay restricciones a marcas específicas: Wenger deja fuera del vestuario las barras de Mars para Alexis y sus compañeros; Juande Ramos prohibía las galletas Jaffa Cakes para los del Tottenham. Trapattoni no toleraba los champignones en la dieta de la selección irlandesa.
Ferguson, antes de retirarse, no permitía que sus jugadores utilizaran zapatos de colores. Guardiola, además de la Coca Cola, como muchos otros técnicos, no aguanta los celulares. Y José Mourinho no permite los audífonos gigantescos porque, asegura, aislan a los futbolistas de su entorno.
Pero hay dos entrenadores que se lucen en esta materia. El primero es el italiano Di Canio, quien en el Sunderland prohibe café, mayonesa, el hielo, los celulares y...cantar en la ducha. Y el francés Domenech enloqueció en el Mundial de Sudáfrica, cuando hizo la nómina de jugadores excluyendo a los nacidos bajo el signo de Escorpión porque la carta astral de su equipo así lo indicaba. Quedó eliminado en primera ronda.