Un equipo bananero

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Autor: Cooperativa.cl

Fuerza Amarilla es un cuadro nuevo del Ecuador, más conocido por su apodo de "La Banana Mecánica".

El equipo fue creado en Machala, en la costa del país, una ciudad conocida por ser la capital mundial de la banana.

Por: Aldo Schiappacasse

En la última fecha del torneo ecuatoriano, Fuerza Amarilla empató con Clan Juvenil y se mantuvo en la zona intermedia de la Liga Ecuatoriana. El elenco del Guayas, que enfrentó a O'Higgins de Rancagua, es un ejemplo más de lo que la globalización, la televisión y la crisis de credibilidad de los dirigentes le han provocado a la actividad.

La irrupción de nuevos equipos es una realidad en el mundo y tiene ribetes especiales en Sudamérica, donde no por nada está situado Macondo y su realismo Mágico.

Fuerza Amarilla es un cuadro nuevo del Ecuador, más conocido por su apodo de "La Banana Mecánica".

No es casual.

Desde que se formó, en el 2006, el equipo ha tenido recursos como alguna vez los tuvieron Cobreloa o Cobresal, del cobre chileno; Puerto Montt de las salmoneras o Loza Penco. Aprovechando ese momento de abundancia, subió a primera división en el 2015, y accedió a torneos internacionales donde hoy, por ejemplo, Chile tiene ocho representantes. O sea, tenía, perdón.

"La Banana Mecánica" fue creado en Machala, en la costa del país, una ciudad conocida por ser la capital mundial de la banana. Pese a que hay dinero, no es tanto, y su debut sufre penurias.

Viajaron por tierra de Machala a Tumbes, de ahí por vía aérea a Lima, donde llegaron a las 23:15. Al día siguiente el primer grupo partió a las 8 de la mañana, el segundo a las 9,15 y el tercero a las 12. Se reunieron todos en el aeropuerto de Santiago para irse a Rancagua, donde el bus que los transportaba, quedó en panne durante una hora y media. Después de vanos esfuerzos por hacerlo partir empujándolo, se rindieron y solicitaron uno nuevo.

En las filas de "La Banana Mecánica" juega Eduardo Morante, una de las excentricidades de Jorge Sampaoli, quien exigió su compra mientras estaba en la Universidad de Chile. Costó 2 millones de dólares, la mayor cifra pagada en la historia del fútbol chileno, para que jugara apenas un puñado de partidos antes de ser devuelto a Ecuador. El año pasado Jean Beausejour batió su record al ser contratado por la U por 2,5 millones de dólares.

El partido de vuelta ni siquiera podrá jugarse en la capital mundial del plátano porque el estadio 9 de mayo no tiene luz artificial, lo que privará a la ciudad de su primer partido internacional de la historia.

La capital bananera del mundo tendrá que seguir esperando.