Ex presidenta surcoreana será citada a declarar por corrupción
El Ministerio fiscal anunciará el miércoles la fecha en la que llamará a declarar a Park Geun-hye.
Confabuló con su amiga Choi Soon-sil, apodada la "Rasputina", para extorsionar dinero a grandes empresas.
Fue la primera destitución de un jefe de Estado desde que el país volvió a celebrar elecciones democráticas en 1987.
La Fiscalía surcoreana citará a declarar a la ex presidenta surcoreana, Park Geun-hye, como sospechosa en el caso de corrupción de la "Rasputina" que supuso su destitución el pasado viernes.
El Ministerio fiscal anunciará mañana miércoles la fecha en la que llamará a declarar a Park, que podría ser esta misma semana, informó un portavoz en declaraciones a los medios.
La ex presidenta quedó despojada de su inmunidad el pasado viernes cuando el Tribunal Constitucional ratificó su cese, al considerar que confabuló con su amiga Choi Soon-sil, apodada la "Rasputina", para extorsionar dinero a grandes empresas.
El portavoz de la fiscalía aseguró que la investigación seguirá su curso con independencia de las elecciones presidenciales, que se prevén para el próximo 9 de mayo, y no quiso aventurar qué medidas se adoptarían en el caso de que la exmandataria decida no comparecer, recogió la agencia Yonhap.
Pese a que se la considera sospechosa en el caso, Park, de 65 años, se amparó hasta ahora en su inmunidad para no tener que declarar.
La Constitución surcoreana estipula que un presidente en ejercicio no puede ser imputado excepto en los casos de "traición" e "insurreción".
La trama de corrupción de la "Rasputina" ha supuesto el primer adelanto de elecciones y la primera destitución de un jefe de Estado desde que el país volvió a celebrar elecciones democráticas en 1987, y ha salpicado también a grandes grupos como Samsung, cuyo presidente de facto, Lee Jae-yong, está detenido y siendo procesado.
El alto ejecutivo está acusado de haber autorizado el desvío de 43.000 millones de wones (35,1 millones de euros/37,4 millones de dólares) a fundaciones bajo el control de Choi Soon-sil a cambio de que el Gobierno autorizara en 2015 una fusión de dos filiales de Samsung que refuerza el control del clan Lee sobre el grupo.