Los mellizos de Siria, la historia que impacta al mundo tras el ataque químico
Abdul Hamid Alyusef es un joven padre que, con sólo 29 años, debió enterrar a su gemelos, al igual que a su esposa, hermanos y sobrinos.
La historia refleja el drama de una guerra que en seis años ha provocado la muerte de 400 mil personas en Siria.
Padre de los menores: Es mejor vivir en Dios que vivir en Siria.
Con sólo nueve meses de vida, los gemelos Aya y Ahmad conocieron el horror de una guerra en Siria que no discrimina entre terroristas y niños inocentes; ambos fueron víctimas del ataque químico que el martes pasado mató a 89 personas, de los cuales 33 eran menores.
Abdul Hamid Alyusef es el joven padre de los lactantes, que con sólo 29 años vio morir a sus hijos, esposa, hermanos y sobrinos, pero a su vez logró rescatar a cerca de 50 personas.
Las imágenes del agricultor y comerciante abrazando a sus gemelos antes de enterrarlos han conmovido al mundo, no sólo por la tristeza de un padre que perdió a su familia, sino porque refleja la realidad de una guerra que en seis años ha provocado la muerte de 400 mil personas.
Mientras se paseaba por la sepultura de sus hijos, el hombre reconoce algo de felicidad, pues asegura que es mejor vivir en Dios que vivir en Siria.
El día de la tragedia
Martes 4 de abril. Eran cerca de las 06:25 horas cuando Abdul Aziz Sami Alyusef, familiar cercano del padre y estudiante de derecho, sintió el ruido de un avión pasar por arriba de su casa.
"Oí cuatro explosiones que me sacaron de la habitación y me llevaron a la terraza. Observé el lugar del ataque, en el barrio norte de Jan Sheijun. Está a unos 700 metros de donde me hallaba. El hongo de la explosión tenía un color que no era el de las explosiones habituales. El humo era como amarillento", relató a El Mundo.
A esa misma hora, el padre de los gemelos se dirigía hacia su trabajo, pero al sentir los estruendos se devolvió a su vivienda: "Los saqué de casa junto a su madre. Estaban conscientes".
El hombre, pensando que se trataba de uno de los bombardeos que a diario afectan al país, llevó a su familia al sótano de una casa vecina creyendo que así estarían a salvo. Pero minuto a minuto eran víctimas del gas químico que penetraba en el cuerpo de ellos hasta hacerlos botar espuma por la boca y caer convulsionando.
"Fui a casa de mis padres e intenté ayudar a mi hermano mayor, Yaser, pero ya había perdido la vida. Murió mientras intentaba rescatar a su hijo pequeño, Ammar, que también estaba muerto, debajo de él... Vi cómo salía de sus bocas espuma blanca, habían sufrido convulsiones, sus cuerpos estaban azules", describió Abdul Hamid.
Posteriormente, fue a buscar a otro hermano y sobrina, a quienes también encontró muertos. Sin embargo, en medio de su búsqueda, ayudó a cerca de 50 personas a sobrevivir.
En medio de ese caos, "el gas me afectó y me mareé. Nadie podía sostenerse sobre sus pies, todo el mundo se caía al suelo, nadie tenía la fuerza para rescatar a nadie. Quise rescatar a mí sobrina. La saqué hasta la puerta y los dos nos caímos al suelo. Pedí ayuda, no podía moverme".
Cuando logró recobrar el conocimiento, al hombre aún le quedaban fuerzas y fue a ver a su familia, pero todos ya habían fallecido: "Vi a Ahmad y a Aya, y me los puse cerca de mi corazón... y a mi mujer... Viví demasiado poco con ellos... Yo enterré a mis propios hijos y a mi mujer. Y a mis hermanos y a mis sobrinos".
"Esto es un teatro, no hacen nada"
En la madrugada del viernes, Estados Unidos lanzó 59 misiles Tomahawk contra la base aérea de Shairat, en respuesta al ataque químico que lanzó el régimen de Bachar al Asad lanzó contra los suyos.
"Ningún niño de Dios debería sufrir jamás ese horror", dijo Donald Trump al explicar su intervención y haciendo referencia a la muerte de los gemelos.
Abdul Razak Cadur Yusef, tío del padre y ex diputado, comentó la intervención de EE.UU. y remarcó: "Esto es un teatro, no hacen nada, no sirve para nada. Ataques así deben dirigirse a todas las bases aéreas, no sólo a la de Shairat. No se trata de evitar otro ataque químico, sino de evitar también los lanzamientos de barriles de dinamita y los misiles".
"Atacan un aeropuerto para dar un aviso, decirle al mundo 'aquí estamos'. Pero Asad tiene 26 aeropuertos más", criticó.
Y añadió: "Al mundo le pregunto: qué culpa tienen los niños, los civiles sirios, que llevan seis años sufriendo cómo Asad mata a los pequeños, a sus familiares, a hombres y mujeres, haciendo aquello que le da la gana. Y el mundo mira. ¿Qué piensa? ¿Seguir permitiendo estos asesinatos?".
"El Gobierno sirio quiso matar a los civiles. No hay nadie armado en Jan Sheijun, nadie con armas. Todos los fallecidos son niños, mujeres y hombres civiles. Basta ya de mentir al mundo", fustigó el ex diputado, para posteriormente preguntar: "¿Qué crimen ha cometido un niño de nueve meses?".