La columna de Pelotazo: Vergüenza allende Los Andes
Un clásico en Argentina dejó un hincha fallecido.
Violencia y más violencia, algo que Chile sabe hace 17 años.
Qué harían ustedes si fueran Emanuel Balbo. Un hincha argentino de 22 años, fanático de Belgrano de Córdoba, que fue el sábado a alentar a su equipo como siempre. Era el clásico con Talleres y no podía faltar.
Ya en las gradas vio de lejos a Oscar Gómez, otro hincha celeste que en 2012 asesinó a su hermano. Imaginarán lo simple que fue la condena (si es que hubo).
Gómez también lo vio y le pidió que se fuera del Estadio "Mario Kempes". Emanuel no aceptó, lo encaró y el otro al verse intimidado no encontró nada mejor que ponerse a gritar "es de Talleres, es de Talleres". Eso llamó la atención de sus amigos que estaban en el sector y algunos fueron a meterse a la discusión. Debate que no duró mucho ya que comenzaron a golpear a Emanuel y lo lanzaron desde la tribuna Willington.
El informe médico dio a conocer que el joven: "ingresó con fractura y hundimiento parietal, con edema cerebral, con un estado de conciencia muy bajo y en paro cardiorrespiratorio. Su estado es grave. Es un trauma de cráneo importante y su estado es crítico, a tal punto que hay muy poco reflejo y tiene pocos signos de vitalidad cerebral".
Y cómo no si lo lanzaron desde más de tres metros. Algo terrible que terminó con la muerte del fanático la mañana de este lunes.
Estas imágenes que llegan desde Argentina son vergonzosas, son tristes y sólo hay que desear que nunca se tomen nuestro fútbol. Aunque algunas se asemejan, en el génesis, donde la violencia es la única forma de relacionarse.
Lo vivido a fines de 2015 en Valparaíso entre hinchas de Wanderers y Colo Colo fue un llamado de atención a todos. No murió alguien de casualidad, mientras veíamos a sujetos con palos, cinturones, cuchillos y estoques jugando "al pillarse".
El problema es que vamos perdiendo la capacidad de sorpresa. Y al menos yo la vengo perdiendo desde el 2000 cuando vi por televisión la pelea entre Sandor Voisin y Manuel Saavedra en la Garra Blanca. Eran el "Barti" y el "Huinca". Pasan 15 años y tenemos lo ya mencionado en el "Elías Figueroa". Entremedio problemas varios.
¿Qué esperamos para reaccionar? Porque cada vez puede ser peor y la tendencia indica que aunque tengamos un Emanuel en Chile, nada cambiará. Manga ancha para que algunos hagan lo que se les plazca en una cancha.
En meses de campañas presidenciales sería bueno que los candidatos cuando hablen de seguridad incluyan el fútbol, el deporte más popular y una clara vía de escape y de entretención de los chilenos.