Estadounidense fue condenada en China a 3,5 años de cárcel por espionaje
Sandy Phan-Gillis fue detenida en marzo de 2015, cuando acompañaba a una delegación de empresarios de Houston.
Como ya ha cumplido más de la mitad de su pena, puede ser deportada de forma inmediata.
Phan-Gillis permaneció detenida durante seis meses en un lugar secreto. En una carta aseguró que su arresto tenía motivaciones políticas.
La Justicia china condenó a una ciudadana estadounidense identificada como Sandy Phan-Gillis a tres años y medio de cárcel por espionaje y revelar secretos de Estado.
Según informó el diario independiente South China Morning Post, la sentencia del Tribunal Popular Intermedio de Nanning, dictada el martes, tiene que publicarse por escrito antes de que la mujer pueda ser deportada a su país.
Phan-Gillis, de 55 años, fue detenida en marzo de 2015 cuando acompañaba a una delegación de empresarios de Houston (Texas, Estados Unidos) e intentaba pasar desde la ciudad china de Zhuhai a la ex colonia portuguesa de Macao, explicaron entonces su marido y un abogado de la familia.
La mujer se encuentra actualmente en un centro de detención, no en una prisión, y no planea apelar a la sentencia, afirmó John Kamm, director de la Fundación Dui Hua, una ONG especializada en seguir casos de presos en China.
Como ya ha cumplido más de la mitad de su condena, explicó, puede obtener la libertad condicional y ser deportada de forma inmediata.
"Motivaciones políticas"
Una portavoz de la Embajada de Estados Unidos en Pekín explicó al diario que el juicio se celebró a puerta cerrada y que se rechazó una solicitud de asistencia a un funcionario consular.
El año pasado, el grupo de las Naciones Unidas sobre detenciones arbitrarias criticó a China por no haber respetado "las normas internacionales relativas al derecho a un juicio justo y a la libertad y seguridad".
Phan-Gillis permaneció detenida durante seis meses en un lugar secreto y más tarde en un centro en Guangxi.
Su arresto sólo se conoció meses después, en septiembre de 2015, cuando las autoridades chinas aseguraron que la sospechosa "puso en peligro la seguridad nacional".
La estadounidense tiene orígenes familiares en el sur de China, pero nació en Vietnam, de donde huyó en los años 70 escapando del régimen comunista.
En una carta desde prisión, la mujer aseguró que su detención tiene motivaciones políticas y no criminales.
Aunque en principio no se presentaron cargos contra ella, finalmente en agosto de 2016 el Gobierno anunció que iba a procesarla "como sospechosa de crímenes de espionaje".