Temer pidió la conclusión "cuando antes" del juicio que le puede costar el cargo
"Cuanto más rápido se juzgue, mejor para la estabilidad política del país", dijo el presidente brasileño.
Proceso analiza denuncias de supuestas inyecciones de dinero originado en la trama corrupta de la estatal Petrobras a la campaña de Rousseff y Temer.
Temer enfrenta un juicio que establecerá si hubo irregularidades en la financiación de la campaña de 2014.
El presidente brasileño, Michel Temer, pidió que concluya "cuanto antes" el juicio que establecerá si hubo irregularidades en la financiación de la campaña de 2014, que puede sacarlo del cargo y agravar la crisis política del país.
"Cuanto más rápido se juzgue, mejor para la estabilidad política del país", declaró Temer en una entrevista con radios regionales, en referencia a un proceso que investiga la financiación de la campaña de la fórmula que, como candidato a vicepresidente, integró junto a la ex mandataria Dilma Rousseff, destituida en agosto pasado.
En el proceso, que se tramita en la justicia electoral, se analizan denuncias de supuestas inyecciones de dinero originado en la trama corrupta de la estatal Petrobras a la campaña de Rousseff y Temer, que asumió el poder tras la caída de la mandataria, responsabilizada por el Senado de irregularidades en el manejo de los presupuestos.
El juicio fue suspendido el mes pasado a fin de escuchar a nuevos testigos y, según el Tribunal Superior Electoral, deberá reiniciarse en las próximas semanas, aunque aún no se ha fijado una fecha.
Según dijo Temer hoy, la conclusión del proceso es "importante", sobre todo en momentos en que "la economía mejora", empieza a salir de la aguda recesión en que se hundió en 2015 y se recuperan todos los indicadores, como la inflación, que ha caído con fuerza durante el último año.
En opinión del mandatario, cuanto antes se despejen las dudas que existen con relación a ese juicio, "mejor" será para el proceso de recuperación de la "confianza" en la economía brasileña.
En caso de que la justicia electoral determine que hubo fraudes en la campaña de Rousseff y Temer, el mandatario sería destituido y el Congreso debería hacer una elección indirecta para escoger a quién completaría el período que concluye el 1 de enero de 2019.
Sin embargo, Temer conservaría el cargo hasta tanto se juzguen todas las apelaciones que contempla la ley, que comienzan en la propia justicia electoral y pueden llegar al Tribunal Supremo, en su condición de corte constitucional.
"Si hubiera una sentencia condenatoria, habrá recursos y más recursos", ha reiterado Temer, quien confía en que esos lapsos procesales le permitirían concluir el mandato y entregar el cargo al ganador de las elecciones previstas para octubre de 2018.