Dos presos murieron y 30 escaparon de cárcel brasileña tras explosión de un muro
Del total, sólo seis han sido recapturados.
Se investiga cómo hicieron posible explotar parte del muro.
El suceso ocurrió durante la noche de este domingo.
Dos presos murieron y al menos 30 se fugaron de una cárcel ubicada en Sao Luis, capital del estado brasileño de Maranhao, después de que se registrara una explosión en uno de los muros de la prisión, informaron este lunes fuentes oficiales.
El suceso ocurrió durante la noche de este domingo cuando uno de los muros del Centro de Detención Provisional de Pedrinhas explotó "por el lado de fuera" y por él huyeron la treintena de presos, de los cuales solo seis han sido recapturados, según un comunicado de la Secretaría de Administración Penitenciaria regional.
En el momento de la fuga, el Grupo Especial de Operaciones Penitenciarias (GEOP) entró en acción y provocó la muerte de dos de los reos por disparos.
"Tras un intercambio de disparos entre bandidos y agentes penitenciarios del GEOP, dos internos murieron, uno en el local y otro en el hospital", agregó la información.
La policía abrió una investigación para identificar a los sospechosos que hicieron posible explotar parte del muro sin que nadie se percatara de los preparativos.
La unidad en cuestión es la única masculina del Complejo Penitenciario de Sao Luis que aún "no dispone de Portería Unificada" ni inspección por escáner.
Denuncias por violación a los DD.HH.
En 2015, una delegación de las Naciones Unidas (ONU) realizó una visita a las instalaciones del centro para apurar las denuncias realizadas por varias organizaciones sociales por supuestas violaciones de los Derechos Humanos.
El episodio es uno más dentro del caos que vive Brasil en su sistema penitenciario, que sufre un alto grado de hacinamiento y pésimas condiciones, pues alberga a 654.372 presos en las prisiones del país, 76 por ciento por encima de su capacidad, según datos oficiales.
Brasil vivió una de sus peores crisis carcelarias a comienzos de este año después de que en varias prisiones de los estados de Amazonas, Roraima y Río Grande do Norte, se registraran matanzas entre reos de distintas facciones criminales, que dejaron cerca de 150 muertos.