Temer revocó presencia militar en las calles de Brasilia
El Gobierno estimó que ésta ya no es necesaria, pues "cesaron los actos de depredación y de violencia".
La decisión adoptada ayer fue "un gran acierto", dijo el ministro de Defensa.
Los soldados se concentraron en la Explanada de los Ministerios, donde incluso hubo incendios.
El presidente de Brasil, Michel Temer, revocó este jueves el polémico decreto mediante el cual encomendó -ayer- a las Fuerzas Armadas la seguridad en las calles de Brasilia, en medio de masivas y violentas protestas que exigían su renuncia.
La revocación del decreto fue publicada en el Diario Oficial y explica que, ya "cesados los actos de depredación y de violencia, con el consecuente restablecimiento de la ley y el orden", la presencia de las tropas en las calles no es necesaria.
En medio de las protestas de la víspera, que tuvieron lugar en la Explanada de los Ministerios, avenida que concentra todos los edificios del poder público en la capital brasileña, numerosas dependencias gubernamentales fueron atacadas por manifestantes, que incluso incendiaron la planta baja de Agricultura.
La Policía Militar calcula que en la protesta participaron unas 50 mil personas, la mayoría exigiendo la renuncia de Temer, salpicado en casos de corrupción que llevaron a la Corte Suprema a iniciar una investigación en su contra. Los disturbios dejaron 50 heridos, uno de ellos de bala.
"Gran acierto"
El ministro de Defensa, Raúl Jungmann, dijo que sacar a los militares a las calles "fue un gran acierto" frente a la "pérdida de control progresiva", donde había "incendios en edificios y trabajadores acorralados dentro de esos edificios".
"El empleo de las Fuerzas Armadas frente a situaciones de violencia está previsto en la Constitución y ya ha ocurrido en otras situaciones, incluso recientes", dijo, citando problemas de seguridad en Río de Janeiro y otros estados del país, y asegurando que los militares "participaron solamente en la custodia de edificios públicos" y "no actuaron de ningún modo en la represión a los manifestantes", que estuvo a cargo de los cuerpos policiales de Brasilia.
"La situación se estaba saliendo de control, no sé donde iba a parar", señaló Jungmann a la emisora CBN, y explicó que Temer ordenó que la Abogacía General del Estado inicie una investigación.
"Los responsables de este tipo de vandalismo tienen que ser identificados. Hay que identificar si tienen organizaciones o son solo individuos, pero tienen que pagarlo. Es patrimonio público, pertenece al pueblo brasileño y es inaceptable. Eso no tiene nada que ver con la manifestación democrática", apuntó el ministro.
El decreto dictado el miércoles autorizaba la presencia en las calles de un total de 1.500 soldados, pero sólo 200 fueron movilizados cerca a los edificios públicos situados en la referida Explanada de los Ministerios de Brasilia.