Estricta política de Trump dificulta entrada de artistas latinos al país
Es casi imposible obtener una visa de trabajo para los artistas", aseguran.
La estricta política de la Administración Trump en el ingreso de extranjeros a Estados Unidos está impidiendo que artistas iberoamericanos puedan realizar sus presentaciones en el país e incluso algunos son expulsados.
"Se ha convertido en un reto. Es casi imposible obtener una visa de trabajo para los artistas, además de las trabas burocráticas es mucho el dinero que se arriesga", declaró a Efe Betto Arcos, investigador de música afincado en Los Ángeles, California.
Aunque el tema de los obstáculos para el ingreso de artistas poco conocidos en Estados Unidos no es nuevo, la política de la nueva Administración empeoró aún el problema e incluso ha derivado en la deportación de algunos.
El actor mexicano Carlos Bonavides, conocido por su interpretación de Huicho Domínguez en la telenovela El premio mayor, vivió un amargo momento tras ser expulsado del país.
En marzo pasado, el comediante intentó ingresar al país con un visado de turista para participar en una presentación benéfica en Texas, pero agentes de la Patrulla Fronteriza en el aeropuerto de Houston se la retiraron y lo regresaron a México argumentando que debería tener un visado de artista (P, P1, P3) para poder ingresar al país a realizar la presentación.
Arcos, quien expuso el problema en el foro MXLA que CalArts realizó esta semana en Los Ángeles, indicó que los obstáculos burocráticos para obtener el visado correspondiente y sus costos son los que han obligado a muchos artistas a ingresar con un visado de turista para hacer sus presentaciones.
"El costo por solicitud, por cada solicitante, es alrededor de 1.200 dólares, y esto es solo la aplicación. Si es una banda de 5 personas, tienes que arriesgar 6 mil dólares. ¡Es imposible!" apuntó.
Además de los costos, los requisitos para obtener los visados que autorizan al artista a trabajar en el país son difíciles de completar especialmente para aquellos que no son conocidos en el país.
"En algunos casos piden cinco artículos sobre el artista en medios reconocidos en Estados Unidos. ¿Si el cantante o la banda es nueva pues cómo le hacemos?", agregó.
El mismo día que se le negó la entrada al país a Bonavides, a las actrices Maribel Fernández 'La Pelangocha' y Yared Licona 'La Wanders Lover' se les retiró el visado, además fueron castigadas con cinco años sin poder entrar al país.
Semanas después, la actriz mexicana Nora Velázquez "Chabelita" corrió la misma suerte al ser interceptada por las autoridades en su tránsito de Los Ángeles a Seattle donde iba a presentarse.
El argumento para negar la entrada a estos artistas mexicanos fue que traían un visado de turista para presentaciones de tipo benéfico donde no recibirían ningún pago.
El abogado de inmigración Fernando Romo explicó a Efe que si las autoridades migratorias comprueban que el artista está recibiendo un beneficio económico por esa presentación pueden negarle el ingreso con un visado de turista.
"Si te pagan el boleto de avión, el hotel o un regalo, se puede considerar como beneficio económico", explicó.
Además de la deportación y la suspensión del visado, algunos artistas han estado detenidos por al menos tres días antes de ser regresados a su país como pasó con el músico español BeGun que fue encarcelado por 75 horas junto con otro colega.
"Esta ha sido nuestra experiencia en los Estados Unidos de Donald Trump. De lejos, han sido las 75 horas más denigrantes y humillantes que jamás hemos vivido tanto Marcel como yo. Pasará mucho tiempo antes de que vuelva a pisar ese país", escribió el artista en una de sus cuentas en redes sociales.
César Castro, maestro laudero y músico experto en Son Jarocho, expuso que ante estos obstáculos varios artistas han decidido dejar atrás a sus bandas, y se vieron obligados a tocar con artistas locales para poder realizar sus conciertos.
De su parte, el director ejecutivo emérito de la organización Grand Performances, Michael Alexander, explicó a Efe que a los gastos de trámite migratorio, transporte, hospedaje y pago de artistas, los promotores tienen que pagar altas tasas de impuestos que estarían colocando a los productores de espectáculos entre la espada y la pared.
Con todos estos obstáculos, Arcos apenas logró apoyar la presentación sin ánimo de lucro de un grupo en un año.
"Esto se hace por amor al arte y para promover la cultura mexicana. La última vez pagué los impuestos de mi bolsa, no pudimos conseguir patrocinio para eso", apuntó.
Steven D. Lavine, presidente emérito de CalArts y organizador del foro MXLA, opina que es urgente que se hallen soluciones a esta situación que ya está afectando el intercambio cultural y económico entre los dos países.
Para los artistas que ya han sido afectados con la suspensión de sus visados de turista, el problema se podría extender por años.
"Necesitamos un compromiso de todos los sectores, del gobierno, del público y de promotores que traen a artistas famosos para que ayuden económicamente a los otros artistas, especialmente los que resaltan nuestro folclor", concluyó Arcos.