Palestinos en Chile pidieron condena mundial en aniversario de ocupación israelí
"Llegó el momento de cambiar las condenas por acciones", sostuvo el embajador de Palestina en Chile.
Calificaron los 50 años de ocupación como "terrorismo de Estado" hacia su pueblo.
La Federación Palestina en Chile criticó las detenciones injustificadas y la constante vigilancia militar, entre otros padecimientos.
La comunidad palestina en Chile, la más importante fuera de Medio Oriente, conmemoró este lunes los 50 años de la ocupación del territorio palestino por parte de Israel con un llamado a la comunidad internacional para condenar lo que calificó como "terrorismo de Estado" hacia su pueblo.
"Llegó el momento de cambiar las condenas por acciones. Pedimos la seriedad de la comunidad internacional en la acción contra este conflicto. ¿Hasta cuándo Israel va a ser el niño malcriado de la comunidad internacional?", declaró durante su discurso el embajador de Palestina en Chile, Imad Nabil Jadaa.
Políticos, empresarios y diplomáticos se dieron cita este lunes en el Centro Cultural Palacio de La Moneda para manifestar su rechazo a medio siglo de ocupación ilegal en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental, tras la "Guerra de los Seis Días", en 1967.
Actualmente, más de un 78 por ciento de los territorios palestinos están ocupados por Israel, y más de cinco millones de palestinos han sido desplazados desde su hogar.
"Es inconcebible que hayan pasado 50 años sin respuesta"
Un tercio de los que se han marchado habita en campamentos de desterrados, según calculó en 2013 la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo.
"Es inconcebible que hayan pasado 50 años de espera sin ninguna respuesta. Es demasiado tiempo. La ocupación no sólo se vive allí, también la vivimos nosotros", se lamentó Nadia Garib, presidenta de la Federación Palestina en Chile.
Garib, además, denunció la existencia de medio centenar de leyes promulgadas por el Parlamento israelí, que, según dijo, discriminan y atentan contra los derechos y libertades de los ciudadanos no judíos de Israel, los cuales representan el 25 por ciento de la población de ese país.
La dirigenta también dio la voz de alarma por el elevado desempleo, las alzas injustificadas de impuestos, la escasez de medicamentos, las detenciones injustificadas y la constante vigilancia militar, entre otros padecimientos.