Temer se compromete a buscar auxilio financiero para el Carnaval de Río

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Autor: Cooperativa.cl

La próxima edición peligra por un duro recorte del subsidio municipal a las escuelas de samba.

 EFE

Este año el Carnaval de Río de Janeiro atrajo a la ciudad a cerca de 1,1 millones de turistas.

El presidente brasileño, Michel Temer, se comprometió a buscar alternativas financieras para garantizar los desfiles del Carnaval de Río de Janeiro en 2018, que peligran por un duro recorte del subsidio municipal a las escuelas de samba.

Temer discutió el asunto con Jorge Castanheira, presidente de la Liga Independiente de las Escuelas de Samba, protagonistas de los famosos desfiles del Sambódromo carioca y que han alertado sobre una posible cancelación de la fiesta de 2018 por problemas financieros.

Esas dificultades se agudizaron con la decisión del alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, un obispo evangélico nada adepto al Carnaval, de reducir a la mitad los 26 millones de reales (8,2 millones de dólares) que el municipio concede como subsidio a las escuelas de samba.

Tras la reunión con Castanheira, el gobernante participó en un acto en que asumió su cargo el nuevo ministro de Cultura, Sérgio Sá Leitão, a quien le recomendó públicamente que busque una solución.

"El carnaval es parte de la cultura brasileña y del turismo. Por tanto, es preciso ayudarlos", declaró el presidente en alusión a las dificultades de los grupos del carnaval de Río de Janeiro, estado que enfrenta una grave crisis económica y que en 2016 se declaró en condición de "calamidad financiera", casi equivalente a una quiebra.

Según explicó Castanheira a los periodistas, para garantizar la celebración de los desfiles del Carnaval de 2018, las escuelas de samba precisarían auxilios financieros equivalentes a la suma que les ha recortado el alcalde Crivella.

De acuerdo a la Asociación Brasileña de Agentes de Viajes (ABAV), este año el Carnaval de Río de Janeiro atrajo a la ciudad a cerca de 1,1 millones de turistas, que durante la semana que dura la fiesta gastaron unos 3.000 millones de reales (952 millones de dólares), lo cual subraya "la importancia económica" de ese evento anual.