Filme reconstruye la explotación de coreanos por Japón en II Guerra Mundial
Los salas surcoreanas estrenaron entre una gran expectación la película "Kunhamdo" ("The battleship island").
El filme ha vendido ya casi 600.000 entradas anticipadas en todo el país.
Los salas surcoreanas estrenan entre una gran expectación la película "Kunhamdo" ("The battleship island"), que reconstruye en clave de acción y suspense la explotación forzosa de trabajadores coreanos por Japón durante la II Guerra Mundial.
Según datos del Korean Film Council, el filme ha vendido ya casi 600.000 entradas anticipadas en todo el país y se espera que se convierta en el más visto de esta semana superando a "Dunkirk", de Christopher Nolan, que copó el primer puesto en la semana precedente.
La película está dirigida por Ryoo Seung-wan, conocido por cintas de artes marciales y acción como "Arahan" o "The Berlin file", y cuenta entre sus protagonistas con el multipremiado Hwang Jung-min o Song Joong-ki, el conocido rostro masculino de la serie de éxito "Descendants of the sun".
Es además una de los largometrajes más caros de la historia del país, con un presupuesto de más de 22 millones de dólares.
Aunque se trata de una historia de ficción en clave de acción y suspense, la cinta recrea la vida en Kunhamdo (en japonés Gunkanjima), una diminuta isla en la que el conglomerado Mitsubishi abrió una mina de carbón a finales del XIX y a la que trajo a cientos de coreanos a partir de los años cuarenta.
Las dos Coreas defienden que muchos de estos trabajadores fueron llevados ahí engañados y tuvieron después que soportar unas durísimas condiciones de vida, viviendo hacinados en la isla y teniendo que trabajar largas horas en las galerías submarinas de la mina con temperaturas altísimas.
La isla y otras 23 antiguas instalaciones industriales japonesas erigidas durante la Revolución Meiji (1868-1912) se incluyeron en 2015 como Patrimonio Mundial de la UNESCO, aunque bajo la condición de que Japón reconozca que en muchas de ellas, como Gunkanjima, se explotó a coreanos hacia el final de la II Guerra Mundial.
La isla, situada frente a la bahía de la ciudad de Nagasaki y cuyo verdadero nombre es Hashima, es apodada Gunkankjima (en japonés "Isla del barco de guerra") por su similitud con un acorazado, algo que incluso hizo que un submarino estadounidense le disparara torpedos por error poco antes del fin de la contienda.