Trump ordenó abrir una investigación contra China sobre propiedad intelectual
El presidente de Estados Unidos advirtió que "es sólo el principio".
China es, tras la Unión Europea (UE), el segundo socio comercial de EE.UU.
Anuncio de Trump se da en medio de los intentos de lograr la colaboración de Pekín para que use su influencia y convenza a Corea de Norte.
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó este lunes un memorando en el que ordena la apertura de una investigación para determinar si las prácticas de China en materia de "propiedad intelectual" dañan a las empresas estadounidenses.
"Protegeremos los derechos, patentes, marcas registradas, secretos comerciales y otra propiedad intelectual que es tan importante para nuestra prosperidad y seguridad", aseguró Trump en el acto de firma realizado en la Casa Blanca.
Trump, quien estuvo flanqueado por el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el Representante de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, agregó que esto "es solo el principio".
La decisión, que con toda seguridad generará rechazo por parte de China, se produce en un momento en el que Washington busca la colaboración de Pekín para que use su influencia y convenza a Corea de Norte de la necesidad de rebajar la reciente escalada militar.
En un comunicado posterior, Lighthizer indicó que EE.UU. enfrenta un "problema muy serio" y agregó que "supuestamente las políticas industriales chinas y otras prácticas han forzado la transferencia de tecnología vital estadounidense a compañías chinas".
"Realizaremos una exhaustiva investigación y, si es necesario, tomaremos acciones para preservar el futuro de la industria de EE.UU.", recalcó.
Aunque en los primeros meses de su llegada a la Casa Blanca Trump rebajó sus críticas al gigante asiático e invitó al presidente Xi Jiping a su club de golf de Florida para su primer encuentro, el mandatario estadounidense ha expresado recientemente su creciente frustración con lo que considera falta de colaboración de Pekín, especialmente en lo que se refiere al conflicto con Corea del Norte.
China es, tras la Unión Europea (UE), el segundo socio comercial de EE.UU. y con el que registra un abultado déficit comercial que Trump ha prometido reducir dentro de su agenda de proteccionismo, en la que no ha descartado la posibilidad de aplicar sanciones económicas.