Deportista acusó a esposa de Patricio Laguna de agredirla por celos infundados
Bárbara Rojas denunció que fue agredida por la esposa de Patricio Laguna.
El incidente ocurrió en el gimnasio Sportlife de Ñuñoa.
"Lamentablemente ayer fui víctima de una triste agresión por parte de una mujer debido a celos infundados e inseguridades personales", escribió la deportista Bárbara Rojas Mercier en su página de Facebook para denunciar el ataque que sufrió el viernes pasado en el gimnasio SportLife de Ñuñoa.
El episodio de violencia podría ser uno de los tantos que se vive a diario en Chile, pero el giro en la historia se dio cuando se supo que la agresora en cuestión fue la esposa del ex concejal de Estación Central y modelo Patricio Laguna, Yanina Halabi.
"Me da mucha pena verme involucrada en una situación como esta porque jamás he aprobado la violencia ni la agresión. Soy deportista, soy madre, este tipo de cosas simplemente no son parte de mi estilo de vida", continúa asegurando Rojas en el texto. Mismo mensaje donde añadió que "todo está en manos de la justicia y no dejaré que este incidente pase desapercibido bajo ninguna circunstancia".
Según pudo constatar Cooperativa, Rojas estampó una denuncia por agresiones y amenazas en la 18° Comisaría de Ñuñoa, la que durante la semana pasará a manos de la Fiscalía.
Pugna por fotos
En conversación con La Cuarta, Bárbara Rojas su idea sobre por qué habría sido agredida por Halabi, quien ya cuenta con antecedentes de violencia en episodios similares vividos anteriormente.
"Ella entró al gimnasio con la excusa de que uno de sus hijos estaba en la guardería, ya que Patricio entrena ahí. Ella no es socia. Se acercó mientras yo entrenaba y me dijo: '¿Qué te creí' mandándole fotos pilucha a mi marido'", relató.
Ante la respuesta de "Pregúntale a tu marido", Halabi "me rasguñó, me mechoneó y me empujó".
Su teoría: "hice un grupo de Whatsapp con todos mis contactos donde les pedía votos para mi foto, ya que si era la más popular de un concurso en el que estoy, podría llegar a ser rostro de una importante revista gringa. Tengo el contacto de ella y de él. A ambos les llegó. Los conozco porque voy a ese gimnasio hace 7 años y ellos venían".
En el fondo, Rojas postula que fue todo un mal entendido lo que detonó "el irracional acto".