Capellán evangélico de La Moneda realizó un acto de desagravio a Presidenta Bachelet
Eduardo Cid se dirigió a la Mandataria en medio de la ceremonia de conmemoración del 11 de septiembre en La Moneda.
El religioso interrumpió su mensaje para dirigirse a la Presidenta.
El capellán evangélico de La Moneda, Eduardo Cid, realizó un acto de desagravio hacia la Presidenta Michelle Bachelet, luego de la Mandataria fuera insultada durante el Te Deum evangélico realizado este domingo.
El religioso se encontraba leyendo un Salmos en medio de un acto conmemorativo del 11 de septiembre en La Moneda, cuando interrumpió su mensaje.
"Quiero tomarme 30 segundos para compartir un texto con la señora Presidenta de la República: No todos el que dice señor, señor, entrará el reino de los cielos", expresó.
Y precisó: "Digo esto, porque se nos enseña a todos los que somos cristianos que todo lo que fluya de nuestros labios debe ser un sinnúmero de elogios y también de amor, pasando por la persuasión pero nunca de la condenación".
"Sean estas mis palabras para usted", dijo Cid generando el aplauso de los asistentes.
El gesto del capellán se realizó luego de que la Mandataria fuera fue objeto de ataques y gritos que la calificaron de "asesina" y "vergüenza nacional", durante su participación en la ceremonia religiosa de este domingo.
Anteriormente, el obispo Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ampliada de Iglesias Evangélicas, también manifestó su rechazo al incidente, asegurando que fue un aprovechamiento político.
Bachelet: Creencias no pueden hacernos perder el respeto
Más tarde, en su intervención en la ceremonia, la Presidenta se refirió al incidente vivido y expresó: "Si hoy podemos hacer esta y otras reflexiones serenas, a 44 años de aquel 11 de septiembre, si puedo mirar hacia atrás y ver cómo hemos sido capaces de dar al país un rumbo de progreso compartido y de ampliación de libertades, es porque hemos conseguido asentar nuestra democracia sobre bases sólidas".
"En su raíz encontramos la conciencia extendida de que nunca más nuestra convivencia puede tensionarse al extremo de perder la fraternidad básica que nos define como nación. No podemos permitir que las creencias personales, políticas, religiosas o valóricas nos hagan perder el respeto por los modos de convivencia cívica por el otro o los otros", puntualizó.
"Las instituciones democráticas de la República sirven para unir al país y no corresponde usarlas como excusa para la división", concluyó la Mandataria.