Periodista boliviano perdió un dedo a mordiscos de personas denunciadas en investigación
El comunicador indaga presuntas irregularidades en la sanitaria EPSA Manchaco.
Los agresores están detenidos y fueron denunciados por "tentativa de homicidio".
El periodista Adolfo Yavarí fue atacado en represalia por las investigaciones periodísticas realizadas sobre supuestas irregularidades en EPSA Manchaco.
Un periodista boliviano perdió un dedo tras el ataque a mordiscos de personas involucradas en un caso investigado por el informador sobre supuestas irregularidades en una proveedora de servicios de agua potable en el sur del país, denunció este miércoles la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP).
El suceso ocurrió en el municipio de Villa Montes, en la región sureña de Tarija, cuando el periodista Adolfo Yavarí Pérez se encontraba en su domicilio, según un comunicado de la ANP, que agrupa a la mayoría de los diarios del país.
Los agresores, identificados como Isaac Nogales y Licia Arispe, ingresaron en la vivienda y atacaron a Yavarí "en represalia por las investigaciones periodísticas realizadas sobre supuestas irregularidades" en la Entidad Prestadora de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario (EPSA Manchaco).
Según el comunicado, "Yavarí se recupera de las heridas causadas por su agresor que le cercenó un dedo de la mano izquierda a dentelladas", mientras que Nogales y Arispe están detenidos en celdas policiales y fueron denunciados por "tentativa de homicidio".
El periodista es conductor del programa "En Contacto", que se emite diariamente de forma simultánea por un canal de televisión y una radio de Villa Montes.
Yavarí indicó que Nogales, que trabaja en EPSA Manchaco, ya lo había increpado antes debido a la cobertura que realizó sobre denuncias de provisión de agua contaminada.
La ANP demandó en el comunicado "el fin de la impunidad que rodea a los casos de ataques a periodistas y medios de información".
El director ejecutivo de la asociación, Franz Chávez, denunció que los casos de agresión a reporteros y camarógrafos y la destrucción de estudios de televisión y oficinas de radios registrados desde 2008 no han sido investigados y, por lo tanto, han quedado sin sanción.
Sostuvo que, por el contrario, la Fiscalía obró "de manera acelerada" para el encarcelamiento preventivo de tres informadores, dos en 2015 y uno recientemente, quienes fueron detenidos mientras cumplían su trabajo periodístico, "pero ninguna autoridad judicial fue procesada por el atropello".
La Confederación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Bolivia también un pronunciamiento en el que rechaza la agresión, exige una investigación para sancionar a los culpables y pide garantías para ejercer la labor periodística en Bolivia, según la ANP.