Alcalde de sede mundialista rusa pide a vecinos que dejen la ciudad durante el torneo
Kaliningrado recibirá a unos 100.000 turistas, según el jefe comunal.
Alexandr Yaroshuk, alcalde de Kaliningrado, una de las sedes del Mundial que se disputará en Rusia en 2018, llamó este miércoles a los vecinos a dejar de la ciudad durante el torneo por la gran afluencia de aficionados.
"Llegarán unos 70.000 o 100.000 turistas y no todos podrán entrar en el estadio, por eso es preferible que los ciudadanos aseen los patios de sus casas (para dar buena imagen) o, mejor aún, que salgan de la ciudad para que disfruten la naturaleza", dijo el político a una emisora de radio local.
Yaroshuk recordó que Kaliningrado acogerá cuatro partidos de la próxima Copa del Mundo de Fútbol y, con seguridad, un equipo latino o europeo.
Los aficionados se pasarán el día en los "pubs" y hay que ser "hospitalarios y bondadosos", aconsejó.
"Y no hay que pelearse con nadie", advirtió al tiempo que recomendó a los lugareños multilingües practicar sus habilidades con los visitantes para hacerles más agradable su estancia en la ciudad, capital del enclave homónimo, situado entre Polonia y Lituania.
De todas formas, continuó, las autoridades intentarán convencer a los empleadores locales de que den días libres a sus trabajadores durante los días de los partidos del Mundial porque "la ciudad estará abarrotada de gente y el tránsito, congestionado".
El estadio de Kaliningrado, en una isla (Oktiabrski) de unas 130 hectáreas situada en el corazón de la ciudad, tiene un aforo para 35.000 personas.
Kaliningrado espera recibir muchos aficionados alemanes, polacos y de los tres países bálticos que fueron parte de la Unión Soviética, Estonia, Letonia y Lituania.
Varios equipos, entre ellos Suecia o Brasil, ya han inspeccionado las instalaciones con miras a concentrarse en Kaliningrado durante la competición.
El Mundial 2018 se disputará entre el 14 de junio y el 15 de julio de 2018 en 12 estadios de 11 ciudades rusas.
El sorteo de la máxima competición de fútbol se celebrará el 1 de diciembre en el Kremlin.