Deontay Wilder destruyó en el primer asalto a Stiverne y retuvo su título de pesos pesados
El estadounidense tardó casi tres minutos en ganar la pelea.
Su rival no logró dar ni un solo golpe.
El campeón mundial de los pesos pesados, el estadounidense Deontay Wilder, cumplió lo prometido al poner fuera de combate al haitiano canadiense Bermane Stiverne en el primer asalto y retuvo su título avalado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
La pelea de revancha celebrada en el Barclays Center ante 10.924 espectadores, Wilder confirmó ser superior a Stiverne sobre el cuadrilátero y retuvo la corona por sexta vez que la defendió ante un rival que no tuvo posibilidad de entrar en acción.
Después de que Wilder propinó un fuerte castigo a Stiverne, el árbitro del combate, Arthur Mercante, detuvo la pelea a los 2:59 minutos del primer asalto, luego de que el rival visitó en tres ocasiones la lona.
Wilder quiso terminar pronto el compromiso después de que se perdió dos peleas importantes porque sus oponentes, Alexander Povetkin, el año pasado, y Luis "King Kong" Ortiz, el mes pasado, no pasaron pruebas de drogas.
Debido a lo anterior, Wilder se enfrentó a Stiverne, su retador obligatorio, a quien le arrebató el título en enero de 2015.
Esta vez Wilder no dejó duda de su superioridad al castigar con ambos puños a su oponente, a quien no dio oportunidad ni de hacer el estudio previo sobre el cuadrilátero.
Prácticamente sin recibir ni un golpe, Wilder disparó su castigo con ambos puños al rostro y cuerpo de Stiverne, quien sólo atinaba a ir de retirada, pero sin evitar ser alcanzado por la metralla del campeón.
Desde el inicio del asalto, Wilder empezó su castigo, pero decidió terminar la pelea cuando restaban 55 segundos, cuando con un potente recto de derecha a la mandíbula, mandó a la lona a Stiverne. El retador pudo levantarse antes de concluir la cuenta de protección.
Más tarde, a falta de 29 segundos, volvió a atacar con combinación de volados de derecha, izquierda y derecha para mandar de nuevo a la lona a Stiverne ante el delirio de los seguidores del púgil estadounidense.
Finalmente, apenas se había levantado Stiverne, Wilder lo castigó nuevamente y con cuatro golpes lo derribó por tercera ocasión.
El árbitro Mercante decidió poner fin a la pelea ante el castigo innecesario, sin reacción, que recibía Stiverne por parte de Wilder.