La situación en el Metro que indignó a las redes sociales
En la nueva Línea 6, un hombre con silla de ruedas no tuvo prioridad en subir al ascensor.
Una serie de imágenes provocaron la molestia en redes sociales. Un joven usó la flamante Línea 6 del Metro para llegar a su destino. Para bajar o subir, debe usar el ascensor, ya que se moviliza en silla de ruedas.
Venía de la nueva extensión del tren metropolitano y quería combinar con la Línea 1. El problema es que se tuvo que poner a la fila para usar el elevador, el que está diseñado para personas con movilidad limitada.
Al final pudo entrar, con la intervención de un guardia. El resto de los usuarios no se ven embarazadas ni con inconvenientes físicos, aunque deben querer evitarse los eternos escalones de la Línea 6.
Estas son las imágenes, que ya superan los 2.300 retuits:
Cuando la falta de criterio supera lo imaginable. Línea 6 del metro. Foto por Camilo Towers. pic.twitter.com/0O5cWH0DpL
— Camilo Cayuqueo (@camilocayuqueo) 9 de noviembre de 2017
Las reacciones:
Gente de mierda!!...Nunca seremos un país desarrollado si estamos plagados de simios, en especial en Santiago, donde la densidad de escoria humana x m2 supera todo lo imaginable.
— Alejandro Haro Vera (@A_Haro_Vera) 10 de noviembre de 2017
Increible pero la gente no entiende. Lo primero q sale sea amable deje bajar antes de subir. Lo segundo q pasa, la gente se avalanza y no te deja bajar 🤦🏻♀️
— Daniela Jorquera (@TMJorquera) 10 de noviembre de 2017
Oiga Metro, pongan guardias con carácter, que hagan entrar primero a discapacitados
— ✈ silveira ✈ (@1silveira) 10 de noviembre de 2017
El Metro respondió:
Entregamos mensajes educativos diariamente, amigo, pero seguiremos reforzando. Slds!
— Metro de Santiago (@metrodesantiago) 9 de noviembre de 2017
"Nadie me miró ni dijo nada"
El hombre retratado en la imagen en silla de ruedas, Jonathan Riquelme, conversó con LUN y aseguró que prefiere viajar en el Metro con audífonos "para no escuchar los comentarios de la gente cuando se molestan".
Riquelme, contador auditor de 32 años, relató la situación que vivió este viernes cerca de las 8:30 en la estación Los Leones.
"Había unas ocho personas delante de mí esperando el ascensor. Nadie me miró ni dijo nada", indicó.
Asimismo, afirmó que casi como una rutina las personas suelen excusarse con él sin que siquiera les hable. "Empezaron a vociferar que les dolía la espalda, que tenían problemas en la rodilla y hasta que el médico les había recomendado no hacer fuerza (...) Me subo a cualquier ascensor y todos empiezan a excusarse sin que yo les pregunte nada. Hablan solos, como si eso los hiciera sentirse mejor", dijo.