Reo fugado hizo dedo y se encontró con la persona que menos quería ver
El convicto Óscar Vargas Antipani estuvo prófugo 85 días tras escapar de la cárcel de Chile Chico, en Aysén.
Había cambiado su apariencia y se había dejado crecer un bigote, pero eso no evitó que una mala idea le jugara en contra a Óscar Vargas Antipani, un reo que se fugó de la cárcel de Chile Chico, en la región de Aysén, el pasado 27 de agosto.
A Vargas se le ocurrió hacer dedo en la carretera Austral, 85 días después del escape, y pensando que nadie sospecharía de él, se subió a un auto que se detuvo para llevarlo.
El conductor del vehículo era el sargento segundo de Carabineros, Rubén Castillo, quien reconoció inmediatamente al convicto, según informó Las Últimas Noticias.
Castillo le siguió el juego al joven de 27 años y le conversó durante todo el trayecto (cerca de una hora y 20 minutos) para evitar que sospechara.
Llegando al sector de Puerto Río Tranquilo, el carabinero vio un carro policial transitando y le pidió efectuar un control de identidad al pasajero que recogió en la ruta.
Luego de confirmar su identidad, Vargas Antipani reconoció haberse fugado de la cárcel, en la cual debía cumplir otros siete años y seis meses de condena por homicidio.
El convicto era el último de los cuatro reos fugados en agosto que permanecía prófugo y tras su arresto fue trasladado a Coyhaique para una audiencia de control de detención.