Franck Ribery y su infancia con una cicatriz en la cara: Eso fue lo que me dio la fuerza
El francés sufrió un accidente automovilístico a los dos años que influenció el desarrollo de toda su vida.
Era apenas un bebé y fue abandonado en la puerta de un convento. Si la vida de Franck Ribéry tuvo un inicio difícil, una nueva prueba a los dos años de vida le hizo forjar el carácter que lo impulsó a ser uno de los mejores en su profesión, el fútbol.
Un accidente automovilístoco le provocó una tremenda cicatriz en la cara, por la cual recibió 100 puntos de sutura, una marca que además de su personalidad sustenta el actual apodo "Scarface".
"Eso fue lo que me dio este carácter y esta fuerza. Porque cuando eres chico y tienes una cicatriz como esta, no es fácil. La forma en la que las personas te ven, las críticas. Mi familia sufrió por esto", contó en una entrevista al Canal + de Francia.
El seleccionado galo se emocionó al recordad cómo era la vida diara que debía afrontar, bajo la atenta mirada de todos: "La gente dice: 'mira lo que tiene esa cara, mira su cabeza, qué es esa cicatriz, es feo'. Adonde sea que iba, la gente siempre me miraba. Y no porque era buena persona, no porque mi nombre es Franck, no porque era bueno para jugar fútbol, sino por la cicatriz".
A pesar de todo, Ribéry aseguró que nunca fue a "llorar a un rincón", aunque sí se sintió afectado por los comentarios que hacían los padres de otros niños: "Fue muy cruel".
Ahora, con 34 años, el especialista sigue vigente en Bayern Munich, uno de los equipos de mayor renombre a nivel internacional, donde también comparte vestuarios con el chileno Arturo Vidal.