Con Juan Barros entre los presentes, el papa Francisco se reunió con los obispos chilenos
El pontífice evitó hablar de los abusos sexuales en la Iglesia, como lo había hecho minutos antes en la Catedral.
"Si el pastor anda disperso, las ovejas también se dispersarán y quedarán al alcance de cualquier lobo", planteó Bergoglio.
Los obispos de Chile se reúnen junto al Papa Francisco para tomarse una fotografía en la Sacristía de la Catedral de Santiago. #FranciscoEnChile pic.twitter.com/XwBwZvdU2X
— Francisco en Chile (@ElPapaEnChile) 16 de enero de 2018
En su última actividad dentro de la Catedral de Santiago, el papa Francisco se reunió con los obispos chilenos entre los que estuvo presente el presbítero de Osorno, Juan Barros, quien ha sido motivo de diversas manifestaciones por parte de los laicos y las víctimas del sacerdote Fernando Karadima.
Tras saludar uno a uno a los obispos, Francisco -en esta oportunidad- no se refirió directamente a los casos de abuso sexual dentro de la Iglesia como sí lo hizo minutos antes frente a los religiosos y esta mañana durante la misa masiva en el Parque O'Higgins.
Eso sí, Jorge Bergoglio criticó la forma en que la cúpula de la Iglesia lleva los seminarios y lanzó un mensaje a los futuros sacerdotes.
El pontífice sostuvo que "si el pastor anda disperso, las ovejas también se dispersarán y quedarán al alcance de cualquier lobo. Hermanos, ¡la paternidad del obispo con su presbiterio! Una paternidad que no es ni paternalismo ni abuso de autoridad. Un don a pedir. Estén cerca de sus curas al estilo de san José. Una paternidad que ayuda a crecer y a desarrollar los carismas que el Espíritu ha querido derramar en sus respectivos presbiterios".
"La falta de conciencia de que la misión es de toda la Iglesia y no del cura o del obispo limita el horizonte, y lo que es peor, coarta todas las iniciativas que el Espíritu puede estar impulsando en medio nuestro", planteó.
En esa línea, el papa pidió velar "contra esta tentación, especialmente en los seminarios y en todo el proceso formativo. Los seminarios deben poner el énfasis en que los futuros sacerdotes sean capaces de servir al santo Pueblo fiel de Dios, reconociendo la diversidad de culturas y renunciando a la tentación de cualquier forma de clericalismo".
"Los sacerdotes del mañana deben formarse mirando al mañana: su ministerio se desarrollará en un mundo secularizado y, por lo tanto, nos exige a nosotros pastores discernir cómo prepararlos para desarrollar su misión en ese escenario concreto y no en nuestros mundos o estados ideales".
"Digámoslo claro, los laicos no son nuestros peones, ni nuestros empleados. No tienen que repetir como 'loros' lo que decimos. El clericalismo, lejos de impulsar los distintos aportes y propuestas, poco a poco va apagando el fuego profético que la Iglesia toda está llamada a testimoniar en el corazón de sus pueblos. El clericalismo se olvida de que la visibilidad y la sacramentalidad de la Iglesia pertenece a todo el Pueblo de Dios y no sólo a unos pocos elegidos e iluminados", enfatizó.
Al cerrar la cita, la Conferencia Episcopal le entregó una cruz de bronce con lapislázuli y posteriormente Francisco se fotografió con todos los obispos.
Imágenes de la cruz papal que obsequió la Conferencia Episcopal al papa Francisco: bronce, lapislázuli y base en madera petrificada. pic.twitter.com/UtwhPuOOex
— Jaime Coiro (@JaimeCoiro) 16 de enero de 2018