Ex alumnos del Colegio San Ignacio: Queremos mirarnos las caras con un "perdón"
Decenas de egresados están exigiendo a los jesuitas que hagan pública una lista de los sacerdotes condenados por abuso.
Cuentan que el cura Jaime Guzmán Astaburuaga interrogaba "obsesiva y compulsivamente" a los estudiantes sobre su vida sexual.
Los ex alumnos están recogiendo testimonios sobre posibles víctimas que aún no hayan dado testimonio de lo sufrido.
Según se conoció en la víspera, decenas de ex alumnos del Colegio San Ignacio El Bosque firmaron una carta exigiendo a la Compañía de Jesús que haga público el listado de los sacerdotes pertenecientes a la congregación que han sido condenados por abuso sexual.
La solicitud se da luego de que, hacia fines de enero, la orden confirmara la existencia de una condena eclesiástica contra el ex capellán Jaime Guzmán Astaburuaga -aplicada desde 2012 y renovada en 2017- que le impide ejercer su ministerio y acercarse a menores de edad.
Conforme pasan los días se han ido conociendo mayores antecedentes sobre el caso, y varios ex alumnos han salido a relatar en los medios de comunicación sus experiencias con el religioso.
"En mi caso, en un campamento, él por sorpresa apareció en el lugar donde nos estábamos duchando con algunos compañeros y me sacó una fotografía desnudo. Esto sin mi consentimiento; sobra decirlo...", contó a Cooperativa Juan Pablo Barros, uno de los ex estudiantes del San Ignacio.
Barros dice que "esta actividad también la realizaba él (Guzmán) en retiros... Él normalmente hacía retiros espirituales en los que uno llegaba y, básicamente, te empezaba a hablar muy obsesivamente de sexo, muy compulsivamente".
Guzmán "era una persona que en las confesiones normalmente se centraba mucho en detalles escabrosos de la vida sexual de los estudiantes", recuerda.
En pos de una reconciliación
Giorgio Stingo es otro de los firmantes y, en diálogo con Cooperativa, señaló que el objetivo de esta movilización es lograr una reconciliación de la comunidad ignaciana; considerando que muchos sacerdotes e incluso padres estaban al tanto de la existencia de las fotografías de niños desnudos que tomaba Guzmán; una situación que no escandalizaba y que incluso era vista con humor.
"Sería súper lindo poder mirarnos las caras con un 'perdón, dejémoslo atrás'... Yo creo que para allá va esto: que busquemos no culpar a alguien ni sancionar más. La sanción ya está, a menos que hayan otras denuncias, que yo no lo sé", señaló Stingo.
"Con la carta no buscamos eso, sino que buscamos apoyo, que alguno diga: 'Me equivoqué' y que mi papá me diga: 'Nos equivocamos', porque sí estaban las fotos ahí -que no las vio- pero los papás, por lo general, sabían de esto", comentó el ex alumno.
En tanto, Bruno Solari, comentó en La Historia es Nuestra que "estas cosas que pasaban con el cura Guzmán, los retiros, las fotos desnudos, solía ser un comentario de final de asados con compañeros, y solía ser un comentario en que nos reíamos, y lo que ha permitido todo este proceso es como ponerlo a la luz pública y tomar conciencia de que eso es inapropiado por donde lo mires".
"Ese proceso de toma de conciencia me parece tremendamente relevante, por lo reparador sicológicamente que tiene reconocer que eso no se puede hacer y eso que vivimos es inapropiado, y también es relevante por lo preventivo, para futuro, como establecer que este tipo de cosas no pueden pasar", agregó.
Mediante correo electrónico el abogado Waldo Bown está recibiendo las denuncias y testimonios de ex estudiantes que pudieran todavía no haber relatado aún las situaciones abusivas sufridas.
Sobre el delegado papal
El caso del cura Guzmán estalló en el contexto de la visita del papa Francisco a Chile, que estuvo marcada por la situación del obispo Juan Barros.
Esta semana se conoció que el pontífice resolvió enviar a Chile al arzobispo de Malta, Charles Scicluna, para indagar en las acusaciones sobre encubrimiento que se le imputan al jefe de la Diócesis de Osorno.
Para el abogado de Voces Católicas Alejandro Álvarez, esta decisión no implica que el papa haya "ha cambiado de opinión".
"Francisco sostiene y ha sostenido en todo el proceso de la designación de Barros una misma opinión, y ésta es que no hay evidencia que lo pueda establecer como culpable de ningún delito. Por eso él dice que cuando uno acusa a alguien y no hay elementos que permitan concluir que esa acusación es verdadera, evidentemente lleva a una calumnia, canónicamente o civilmente", reflexionó.
Álvarez valoró, sin embargo, la decisión del prelado, y subrayó que "el papa no es una pared contra la que uno habla, sino que acoge lo que los fieles le dicen".
Desde la Conferencia Episcopal dijeron no tener certeza de cuándo llega a Chile Scicluna.