Francisco Vidal: El PPD está en la UTI y quiero ser parte de la dirección que lo resucite

El ex ministro Francisco Vidal confirmó a Cooperativa su disponibilidad para competir por la presidencia del PPD, a fin de sacarlo de lo que calificó como "estado crítico". 

En conversación con Lo Que Queda del Día, y consultado por sus razones para entrar en carrera en paralelo a la "bajada" de Heraldo Muñoz, Vidal respondió: "En el PPD nos fue muy mal y recibimos un castigo sustantivo de la ciudadanía (en las últimas elecciones), y la verdad es que los nombres para el timbre y la campanilla no sirven de nada".

"El timbre, la campanilla y el cargo no te sirven de nada mientras no hagas, en paralelo, un proceso de autocrítica que nos permita dilucidar por qué perdimos 300 mil votos, por qué bajamos de 15 a ocho diputados... De hecho, esto lo estamos haciendo; empezamos hace unos 20 días. La elección viene después (de esta revisión interna), el 10 de junio", explicó el ex ministro vocero. 

"Si soy yo o es otro me da lo mismo"

"Nosotros queremos tener un Consejo General del partido a principios de mayo que discuta a fondo el estado crítico del PPD y cómo lo sacamos adelante", indicó, asegurando que el otrora partido instrumental en este momento "está en la UTI" y hay que "sacarlo de la UTI".

En este sentido, aseguró que su apuesta no es convertirse en el próximo timonel a todo evento: "Al PPD lo sacamos de la UTI todos, sin excepción, aquí no hay ningún salvador de la patria", dijo.

"A me gustaría ser parte de una dirección del partido que -más allá del cargo- resucite al partido, lo saque de la UTI, lo lleve a Pensionados, haya convalecencia y lo saque a la calle nuevamente: a los municipios, a los gobiernos regionales y al Parlamento. Ésa es mi decisión, como militante. Si soy yo (el presidente) o es otro, me da exactamente lo mismo", aseveró el también ex ministro de Interior y Defensa.

Sí defender el "legado de Bachelet"...

Vidal comentó además el llamado del ministro secretario general de la Presidencia, Gabriel de la Fuente, a que los partidos de la Nueva Mayoría se hagan cargo de la defensa del legado de Michelle Bachelet.

En su opinión, durante la actual administración "se avanzó sustantivamente en el ideario progresista" y se hicieron "grandes transformaciones en las reformas educacional, laboral, tributaria y mucho más".

"Ése es un legado que los partidos de centroizquierda y progresistas –que muchos de ellos participamos en el Gobierno- tenemos que defender frente a la ofensiva de la derecha, que durante cuatro años sostuvo que todo lo que hizo Bachelet está mal encaminado", dijo.

"Para ganar nosotros las próximas elecciones tenemos que consolidar lo avanzado con Bachelet, evitar el retroceso y decirle a La Moneda (el Gobierno de Piñera) en el Parlamento que en algunas cosas los vamos a apoyar, siempre y cuando esas políticas tiendan al objetivo principal, que es una sociedad mas justa. No es contradictorio defender lo que tu hiciste para proyectar lo que viene", reflexionó Vidal.

 

Para ilustrar su postura, el ex ministro del Interior se refirió a los dichos del futuro ministro de Hacienda de Sebastián Piñera, Felipe Larraín, quien en su primera entrevista abogó por bajar el impuesto a las empresas, lo que significaría "2.700 millones (de dólares= menos para la carrera docente, para los 24 hospitales, para los 250 consultorios".

"Vamos a estar cuatro años en la oposición por mandato del pueblo. Hay que rearticularse hay que hacer una reflexión profunda de por qué perdimos. También hay errores del Gobierno de los que hay que aprender", agregó.

...pensando en la rearticulación

"Para mí, (defender el legado de Bachelet) tiene todo el sentido del mundo, incluso para rearticularse. La Nueva Mayoría muere el 11 de marzo, así como murió hace cuatro años la Concertación. Lo que queda son fuerzas de centroizquierda, izquierda y progresistas, que somos mayoría en el parlamento", concluyó.

Estos parlamentarios, según Vidal, son los que rechazarán los proyectos del Gobierno de Piñera que retrocedan, como ha planteado, por ejemplo, el futuro ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, quien busca "ampliar los servicios mínimos durante la huelga, debilitando la huelga y legitimar los grupos negociadores, debilitando a los sindicatos".