La columna de Aldo Schiappacasse: Pajarito en la mano
Revisa el artículo del comentarista de Al Aire Libre en Cooperativa.
Habría sido extraordinario, épico e inolvidable que Jaime "Pajarito" Valdés se hubiera subido al escenario en la última premiación del Círculo de Periodistas Deportivos de Chile, hubiera recibido el pesado Cóndor que se entrega, hubiera mirado fijamente a la platea y lo hubiera lanzado de vuelta, como alguna vez lo hizo Enrique Iglesias en la Quinta Vergara.
"Pajarito", exultante, debió haber declarado en esa ceremonia de diciembre pasado, a voz en cuello, que los que lo estaban premiando -los periodistas- más los otros que ocupan los medios de comunicación -los especialistas- "hablan puras huevás", y que por ende el reconocimiento no valía, o, para usar su lenguaje, valía callampa, hongo, que era corneta.
Valdés, un símbolo del Cacique incluso ahora que está rubio, se ganó el respeto y la admiración del respetable y la crítica (conformada por periodistas y especialistas) por su generosa entrega y talento en la escuadra popular. Somos varios los que nos excedemos en los elogios, considerando que está jugando en Chile nomás, y que la vara nunca es tan alta. Me exalto cuando lo veo desbordar, me sobrecojo con sus habilitaciones entre líneas, me emociona su solidaridad para con el equipo, pero claro, me pareció que ante Atlético Nacional en el debut copero estuvo lejos de su nivel. Y lo dije, lo que me coloca en la masa acotada a la que, a través de las redes sociales, denostó, insultó y amenazó.
Está en su derecho, como lo estuvo el "Chino" Ríos, por supuesto, a quien intuyo varios deportistas comenzarán a citar con frecuencia. No Federer, claro, ni Messi ni Hamilton, pero sí los del medio local, que ronronean con el elogio y se embrutecen con la crítica.
Dice "Pajarito" que le está poniendo el pecho y le creo. Debe estar dolido por la derrota. Y asegura que clasificarán, que es lo mínimo después de ver la pichanga entre el Delfín y Bolívar en Ecuador. Y que llegado el momento, cuando con los brazos en alto sobre el césped de Medellín nos regalen esa ansiada clasificación a la segunda fase, el primer pensamiento será para nosotros y para el "Chino" Ríos. "Pajarito", en éxtasis por haber roto la historia, por marcar un hito en nuestro fútbol, por llenar de gloria a la casaquilla alba en la Copa que alguna vez fue suya, nos pedirá -como el “Chino"- que nos postremos de rodillas y le brindemos (eufemísticamente lo digo, claro) pleitesía oral.
De acuerdo, pero pongamos una meta más alta, "Pajarito". Si llegan a semifinales, yo lo pienso.