El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció este martes que pedirá la pena de muerte para los narcotraficantes "realmente malos" e intentará endurecer las sentencias por ese crimen.

Trump, ferviente admirador de la guerra contra las drogas en países como Filipinas, presentó un plan para atajar la crisis de opiáceos que llevará al Departamento de Justicia a solicitar la pena de muerte para los narcotraficantes cuando la ley actual lo permita.

"Estamos perdiendo el tiempo si no nos ponemos duros con los narcotraficantes, y esa dureza incluye la pena de muerte", dijo Trump en un discurso en Nuevo Hampshire, el tercer estado del país más golpeado por la adicción a los opiáceos después de Virginia Occidental y Ohio.

"Algunos de estos narcotraficantes matarán a miles de personas durante su vida (mediante las drogas que mueven), y si los encuentran, estarán 30 días o un año en la cárcel. O los multarán. Y (en cambio), si matas a una persona (asesinándola), te cae la pena de muerte o la cadena perpetua", denunció el presidente.

Trump dijo que es "posible" que EEUU "no esté preparado" para imponer la pena de muerte a todos aquellos que trafiquen drogas, como otras naciones que "no se andan con juegos" y han conseguido "no tener un problema con las drogas" porque ejecutan a los narcotraficantes.

"Pero creo que a no ser que hagamos eso, a no ser que tengamos sentencias realmente poderosas, lideradas por la pena de muerte para los narcotraficantes realmente malos y los que más abusan, no vamos a llegar a nada", subrayó Trump.

"No descansaremos hasta el final. Este daño de la adicción a las drogas en Estados Unidos se detendrá", prometió.

El secretario de Justicia de EE.UU., Jeff Sessions, confirmó en un comunicado que su Departamento "usará la ley federal para buscar la pena de muerte (para los narcotraficantes) cuando sea apropiado".

La ley estadounidense permite aplicar la pena de muerte solo en los casos de asesinatos relacionados con el narcotráfico o con las drogas, según la organización independiente Death Penalty Information Center.

 

Endurecer las sentencias

La Casa Blanca también pidió al Congreso que apruebe una ley que "reduzca la cantidad mínima de drogas necesarias para invocar las sentencias mínimas obligatorias para los narcotraficantes que, a sabiendas, distribuyan ciertos opiáceos ilícitos que son letales en pequeñas dosis", según un comunicado.

Actualmente, los delitos de drogas en EEUU se juzgan de acuerdo con una ley de sentencias mínimas de 1986, que establece penas de hasta 20 años de cárcel para pequeños traficantes de drogas, y reserva la cadena perpetua para casos especialmente graves.

Trump reiteró que su Departamento de Justicia está "examinando muy en serio" la posibilidad de "abrir grandes litigios contra las compañías farmacéuticas" interesadas en que se receten opiáceos.

Según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), 64 mil personas murieron en 2016 por sobredosis de opiáceos (incluida la heroína) en Estados Unidos.