Gobierno evalúa inclusión del dolor crónico no oncológico como enfermedad GES
Un 32 por ciento de los chilenos sufre de esta patología.
Las dos principales causas de este mal en Chile son el lumbago y la artrosis.
Hoy son las enfermedades solamente oncológicas las que están en el GES.
La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, recalcó la importancia que tiene para el Gobierno la implementación de una garantía pública para el tratamiento del dolor crónico no oncológico y la posibilidad de incorporarlo en las Garantías Explícitas en Salud (GES).
La autoridad afirmó que "como Ministerio tenemos muchas deudas desde el punto de vista de la población, y una de las deudas es esa. Hoy son las enfermedades solamente oncológicas las que están en el GES, pero hay una evaluación que se está estudiando desde el punto de vista no solamente de recursos económicos, sino que también de poder asistir a estos pacientes".
Daza añadió que "para nosotros, el tema de cuidados paliativos es tremendamente importante, porque sabemos que acompaña a las personas a vivir bien, a ser más felices, a tener una mejor calidad de vida en la última enfermedad. Eso requiere un acompañamiento multidisciplinario, no solamente la salud, sino que requiere un manejo interministerial".
Según un estudio de la Asociación Chilena para el Estudio del Dolor (Ached), un 32 por ciento de los chilenos sufre de dolor crónico no oncológico, es decir, cerca de cinco millones de personas no tienen una garantía para el tratamiento de sus dolencias.
Las dos principales causas de este mal en Chile son el lumbago y la artrosis. El 40 por ciento de los pacientes que sufren dolor crónico se encuentran en edades de máxima producción laboral (30-49 años). Además, cerca de un 20 por ciento describe el dolor como severo.
Es un problema de salud de larga duración, ya que un 78 por ciento de los afectados presenta episodios al menos tres veces por semana y un 45 por ciento por más de 12 meses.
Debido a la falta de infraestructura y personal especializado, muchos pacientes realizan un largo peregrinaje entre consultas y tratamientos para finalmente llegar a las llamadas "unidades de dolor", departamentos multidisciplinarios que se han desarrollado al interior de algunos hospitales en el país para tratar de forma integral el dolor crónico no oncológico, por lo que la autoridad aseguró que la implementación de más unidades de dolor, sobre todo en centros públicos.