Preocupación por cierre de aserraderos tras incendios forestales en el Maule

Los efectos colaterales tras los incendios forestales del verano de 2017 que destruyeron la localidad de Santa Olga, en la Región del Maule, comenzaron a sentirse en la economía de las comunas que igualmente vieron desaparecer el 70 por ciento de los bosques locales tras el paso del fuego.

A un año y tres meses desde la tragedia, los pequeños y medianos aserraderos de las comunas de Constitución y Empedrado comenzaron a poner la alerta en torno a la sobrevivencia de ellos, la que se prolongaría hasta diciembre próximo.

"Me temo una cesantía tremenda, son cerca de 50 pequeños aserraderos que ya han manifestado su intención de cerrar en diciembre, ya hay mucha gente pidiendo permisos para ser ambulantes vendiendo completos en carros y yo no quiero eso para mi comuna", aseguró el alcalde de Constitución, Carlos Valenzuela.

Un futuro que para los alcaldes de las dos comunas más afectadas por los incendios forestales debe enfrentarse con una mesa de trabajo tripartita entre el sector privado, los municipios y el Gobierno.

"Queremos recursos para la generación de empleos y la reconversión que necesitamos debido a que los pequeños aserraderos dejarán de funcionar, y los hongos naturales que recolectaban nuestras mujeres en los bosques van a necesitar 20 años para volver a como era antes de los incendios forestales", agregó el alcalde de Empedrado, Manuel Báez.

Por su parte, el intendente del Maule, Pablo Milad complementó que "vamos a invitar a los alcaldes a mesas de trabajo con las diferentes seremías, estamos en alerta de la situación y también trabajando con grupos gremiales buscando la reconversión laboral a través de Fosis y Sercotec para enfrentar el fenómeno del desempleo que se está apoderando de la zona".

Además, a la fecha, el compromiso asumido por la empresa Arauco de reabrir el aserradero de Santa Olga no se ha materializado, acusaron los alcaldes de Empedrado y Constitución.