Paolo Guerrero: Todo el mundo sabe que en ningún momento quise hacer trampa
El delantero se sinceró con la BBC y aún guarda esperanzas de jugar el Mundial.
El delantero peruano Paolo Guerrero se sinceró en una entrevista con la BBC realizada en Suiza, donde espera el fallo de la justicia de ese país que puede anular la sentencia del TAS que le impide jugar el Mundial de Rusia.
"Yo no me explico por qué fui castigado. Casi nadie en Perú lo entiende (...) Yo no hice trampa (...) Todo el mundo sabe que en ningún momento quise hacer trampa", señaló categóricamente al prestigioso medio.
"No me quiten el sueño de jugar un Mundial", agregó para luego contar que "creo en la justicia suiza y por eso estoy aquí, entrenando, porque puede ser que en pocos días salga la decisión. Y si Dios quiere, después me puedo integrar a la selección para participar en el Mundial".
"El dopaje es castigado cuando los jugadores o los atletas hacen trampa. Ya fue reconocido ante la FIFA, WADA (siglas en inglés de la AMA) y el TAS que yo no hice trampa. Es una norma que se me está aplicando. Estoy tratando de que el tribunal de justicia se dé cuenta de que en mi país el mate de coca es algo cultural", prosiguió.
"No estar en el Mundial sería una desilusión muy grande, una tristeza muy grande. Por muchos años luché por esta clasificación. He pasado por varios procesos eliminatorios. Es mi sueño de niño (...) Ser el capitán de mi selección, lo llevo en el alma, en el corazón", finalizó.
La cronología del "dopaje"
Guerrero contó cómo sucedió el lamentable dopaje que le castigó con quedar fuera de Rusia: "La nutricionista -de Perú- escuchó que le pedí un digestivo al doctor y ella me sugirió que tomara un té de anís para que me fuera mejor porque tenía el estómago hinchado".
"Me trajeron una taza de té con el sobre para abrirlo yo y comprobé que era un té de anís y yo mismo lo disolví en el agua y me lo tomé", relató para luego agregar que se tomó una segunda infusión con sus familiares y amigos en el hotel de concentración de Perú.
"Pedimos bebidas, mi mamá se tomó una Coca Cola, mi amigo un café, otro amigo un agua. Y tres amigos nos pedimos té de anís y nos trajeron la jarra ya preparada. Nos lo tomamos pensando que era té de anís. En el primero pude comprobar que era té de anís y en el segundo no pude comprobar porque vino preparado. Más ya no pude saber", sostuvo.