La columna de Ernesto Contreras: Eterno Federer

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Ernesto Contreras

El suizo sigue rompiendo sus propias marcas tras alcanzar, otra vez, la cima del ránking mundial de la ATP.

La lucha por el número uno sigue siendo cosa de dos.

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Por Ernesto Contreras D. @contrerasdelzo (Foto: mercedescup.de)

24 de marzo. Esa fue la fecha del último partido que disputó Roger Federer en el circuito. Ese día el suizo caía sorpresivamente en su estreno en Miami ante el australiano Thanasi Kokkinakis en tres ajustados parciales. Sería la última vez que veríamos en cancha al helvético por mucho tiempo.

Al igual que el año pasado, Federer se restó de la gira sobre polvo de ladrillo consciente de que el poderío de Nadal en esa superficie es incontrarrestable a sus 36 años. Y la apuesta pagó. El manacorí ganó sin despeinarse su undécimo Roland Garros, y su "Majestad" recargó energías en su natal Basilea.

80 días. Eso demoró Roger en retornar al circuito. Luego de 11 semanas y tres días, el suizo volvió a jugar en Stuttgart con la posibilidad de recuperar el número uno del ránking, para eso le bastaba con alcanzar la final, pero Federer es Federer y no conoce la ley del mínimo esfuerzo.

Luego de un comienzo complejo ante el alemán Mischa Zverev, hermano de Alexander, despachó sin problemas al argentino Guido Pella, sufrió para vencer al excéntrico australiano Nick Kyrgios y en la final de deshizo sin problemas del canadiense Milos Raonic para gritar nuevamente campeón.

Federer, a dos meses de cumplir los 37 años, vuelve a ser número uno del mundo, rompe su propio récord de veteranía en la cima, sumó su título 98, quedando a 11 del récord histórico de Jimmy Connors,  y además llegó a las 310 semanas como líder del ránking de la ATP.

Pero la batalla no se detiene. Ahora el helvético debe revalidar las coronas en Halle y Wimbledon para mantener su sitial de honor, si no lo consigue será desplazado por Rafael Nadal, quien podría volver a ser el uno sin siquiera jugar un partido en pasto.

La tiranía no se detiene.