Presidente de Zimbabue salva ileso de atentado que dejó decenas de heridos
El atentado fue realizado en una reunión electoral, a la que asistieron miles de personas.
Una explosión concluyó la reunión electoral del presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, en Bulawayo (suroeste), la segunda ciudad más grande del país.
"El presidente Mnangagwa no ha resultado herido y está en la State House de Bulawayo (residencia presidencial en la ciudad)", afirmó el portavoz del mandatario, George Charamba, citado por el diario estatal The Herald.
El portavoz además agregó que "se están efectuando investigaciones y se harán públicos más detalles. Han habido múltiples atentados contra la vida del presidente durante los últimos cinco años".
El vicepresidente Constantino Chiwenga, que también asistió a la reunión, se encuentra igualmente a salvo, sin embargo su esposa salió herida tras la explosión.
El atentado
La detonación tuvo lugar segundos después de que el presidente bajara del escenario, escoltado por guardaespaldas, soldados y dirigentes de su partido.
"Esta tarde, cuando abandonábamos un mitin maravilloso en Bulawayo, hubo una explosión en el escenario. Varias personas se vieron afectadas por la explosión y ya las he visitado en el hospital", escribió Mnangagwa en su cuenta de Twitter.
"Mientras esperamos más información -subrayó- mis pensamientos y oraciones están con los afectados por este acto de violencia sin sentido".
El contexto de la explosión
Cuando se produjo el atentado, Mnangagwa, de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), daba un discurso con motivo de las elecciones presidenciales de julio, las primeras desde la caída del ex presidente Robert Mugabe.
Estas comicios son también los primeros, desde la independencia de Zimbabue del Reino Unido en 1980, en los que no se postula como candidato Mugabe, de 94 años, que vive recluido en su mansión de Harare desde el golpe militar que le derrocó en noviembre pasado.
El gobierno de Mnangagwa, cuyo principal rival es el líder del opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), Nelson Chamisa, ha prometido unas elecciones libres e imparciales, frente a las acusaciones de violencia, corrupción e intimidación que empañaron las votaciones celebradas con Mugabe en el poder.
Los comicios de Zimbabue serán supervisados, entre otros, por observadores europeos, algo inédito desde 2002, cuando el ejecutivo de Mugabe expulsó al jefe de la misión electoral de la Unión Europea.