Crisis de refugiados: Barcelona se ofreció para acoger mil inmigrantes que están a la deriva
La ONG Proactiva Open Arms denunció este domingo que las autoridades italianas han dado orden de no intervenir en los rescates.
"Italia pretende dejarlas (las barcas) en manos de Libia, donde se tortura, viola y esclaviza a las personas", aseguró la alcaldesa catalana.
El ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, ha declarado que prohibirá llegar a los buques con migrantes socorridos.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ofreció este domingo esa ciudad española "como puerto seguro" para acoger al millar de imigrantes que, según la ONG Proactiva Open Arms, navegan a la deriva en el Mediterráneo.
La ONG denunció hoy que las autoridades italianas han dado orden de no intervenir en los rescates bajo el argumento de que se va a encargar la Guardia Costera de Libia.
"Ahora mismo más de 1.000 personas a la deriva en 7 barcas e Italia pretende dejarlas en manos de Libia, donde se tortura, viola y esclaviza a las personas", señala la alcaldesa de Barcelona en su cuenta de Twitter.
Ahora mismo más d 1000 personas a la deriva en 7 barcas e Italia pretende dejarlas en manos d Libia, donde se tortura, viola y esclaviza a las personas.
— Ada Colau (@AdaColau) 24 de junio de 2018
Gobierno d @sanchezcastejon @carmencalvo_ ayuden a @openarms_fund a salvar vidas! Barcelona se ofrece como puerto seguro https://t.co/RCbunmIsjm
En el mismo mensaje, Colau hace una apelación directa al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y a la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, para que "ayuden a Open Arms a salvar vidas" y concluye: "Barcelona se ofrece como puerto seguro".
Italia ha emprendido una cruzada para frenar los flujos migratorios hacia el país y el ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, ha declarado que prohibirá llegar a los buques de ONG con migrantes socorridos en el mar.
Ya lo hizo hace unas semanas con el barco Aquarius, de las ONG SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras, que se vio obligado a desembarcar en España con 630 personas a bordo, después de que Italia y Malta se lo prohibieron.