La columna de Ernesto Contreras: Los demonios de Jones

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Ernesto Contreras

Considerado por muchos como el mejor peleador de todos los tiempos, Jon Jones no ha podido exorcizar sus demonios y hoy pelea por volver a pisar nuevamente un octágono.

Por Ernesto Contreras D. @contrerasdelzo (Foto: ufc.com)

Jonathan Dwight Jones o simplemente Jon Jones, es por lejos el peleador más talentoso que haya pisado el octágono de la UFC.

Con 23 años y 8 meses se convirtió en el campeón más joven en la historia de la compañía, defendiendo exitosamente su título semipesado en ocho oportunidades, con resonantes victorias sobre Mauricio "Shogun" Rua, Quinton "Rampage" Jackson, Lyoto Machida, Rashad Evans, Vitor Belfort, Chael Sonnen, Alexander Gustafsson, Glover Texeira y Daniel Cormier, en dos oportunidades.

Pero el peor rival de "Bones" está fuera de la jaula, donde innumerables problemas extradeportivos han dañado el legado de un peleador que estaba llamado a ser el mejor de todos los tiempos.

Su primer incidente se produjo días antes de su defensa titular ante Anthony "Rumble" Johnson, donde protagonizó un accidente de tránsito en el que resultó herida una mujer embarazada. Jones arrancó del sitio del siniestro, y dentro de su automóvil se encontraron restos de marihuana y botellas de alcohol.

Luego de sufrir una larga suspensión, Jones retornó al octágono para ganar el título interino semipesado ante Ovince St Preux. Si bien su nivel estuvo lejos del habitual, eso le bastó para ganarse la oportunidad de unificar cinturones ante su némesis: Daniel "DC" Cormier.

Ambos peleadores, protagonistas de una de las rivalidades más personales de todos los tiempos, fueron programados para encabezar el cartel del UFC 200, el evento más grande en la historia de la compañía. Pero dos días antes de la pelea, Jones fue sacado de la cartelera por dar doping positivo por esteroides.

La nueva suspensión parecía ser el fin de la carrera de "Bones", pero su inconmensurable talento y la necesidad de verlo pelear con su archienemigo Cormier, provocó que el 29 de julio del 2017, Jones hiciera su tan esperado retorno frente a DC. Esta súper pelea cumplió con todas las expectativas y, en una de sus mejores presentaciones, el oriundo de Nueva York noqueó a Cormier con una brutal patada en la cabeza.

Era el renacer del hijo pródigo, pero una semana después una terrible noticia estremecería al mundo de las MMA. Jon Jones había dado positivo nuevamente por esteroides, en una prueba realizada tras la pelea con Cormier.

La UFC confirmó mediante un comunicado la situación, y cambió la victoria de Jones a un "no contest" y el campeonato volvería a las manos de DC.

Nueve meses después, Jones lucha por demostrar que consumió un producto previamente contaminado, para así evitar los cuatro años de sanción que cae sobre los reincidentes en dopaje, mientras que Daniel Cormier se prepara para protagonizar una de las peleas más importantes de la historia frente al campeón pesado Stipe Miocic.

En los últimos días, la rivalidad entre ambos se ha encendido en las redes sociales, pero todo indica que el peleador más talentoso de todos los tiempos ya perdió su pelea más importante.